El arquitecto Pau Llimona ha contando con Neolith para su reciente proyecto del Hotel Levant en la localidad de Llafranc en la Costa Brava. El Mediterráneo ha influido mucho en la arquitectura de la zona, donde numerosos edificios ostentan un característico diseño, especialmente en la costa noreste española. Esta es la esencia que Llimona ha tratado de plasmar con la incorporación de Neolith® en esta renovación.
Cuando se le encomendó la renovación del diseño y la decoración del interior del Hotel Llevant le pareció una buena oportunidad para incorporar al diseño el vínculo intrínseco del entorno local con el mar. Este hotel es toda una institución en la Costa Brava. Fundado en 1935 por Maria Gratacós Lluensí, pasó de ser una pequeña hospedería a un lujoso hotel con restaurantes.
Una de las características más especiales del establecimiento, un lujoso hotel de tres plantas con un afamado restaurante, es que todas las habitaciones cuentan con una piscina privada en el balcón. No cabe duda, a la vista de sus características, de la magnitud del desafío.
El enigma del océano
No es la primera vez que Pau Llimona se embarca en la creación de conceptos sobrenaturales. En 2016, trabajó con RCR Arquitectes, ganadores del Pritzker, en los interiores del aclamado restaurante Enigma de Albert Adrià, galardonados con múltiples premios.
«Trabajar con Neolith® en el proyecto del Enigma me permitió conocer de primera mano las propiedades del material y todas las posibilidades que tiene esta superficie. Para los diseñadores, presenta tres grandes ventajas: pueden conseguirse efectos decorativos que no se logran con la mayoría de las piedras en estado natural, es extremadamente resistente y es muy fácil de cortar e instalar. Además, es 100% natural, algo que me llamó especialmente la atención cuando buscaba materiales para el Hotel Llevant, donde quería evocar el aura de un fenómeno natural.», explicó.
El resplandor del mar
Uno de los principales componentes de la estética general del proyecto eran los suelos con texturas por todo el hotel. El arquitecto quería una superficie que, sobre todo, recreara la rugosidad y el brillo del fondo marino y sus esporádicos destellos perlados.
Con esta aspiración, Neolith® desarrolló un color único exclusivamente para la ocasión, lo que se convertiría en un elemento fundamental en el proyecto. Para lograr la superficie deseada, se aplicó el acabado Riverwashed.
«Gracias a los servicios de un extraordinario fabricante local, Marbres Ferran Reja, las tablas se cortaron en formas rectangulares de varios tamaños. Escogimos Neolith® porque, además de su amplia colección de diseños y colores, es una de las pocas marcas que ofrece superficies diseñadas a medida. Generalmente, los procedimientos y procesos de fabricación son fijos y no es posible realizar modificaciones, pero Neolith® sí ofrece esa posibilidad. Para mí, eso es lo mejor de trabajar con ellos: hacen todo lo posible por dar la máxima libertad creativa al arquitecto», cuenta Pau Llimona.
