El Mar Rojo es el nuevo caballo de batalla de las navieras que se han visto obligadas a realizar recargos debido a que varios buques mercantes ha sufrido ataques a manos de los hutíes, un grupo insurgente, como deriva del conflicto entre Israel y Palestina.
Esta apunta a ser una nueva crisis importante del sector logístico marítimo, de hecho, por el Mar Rojo circula el 15% de las mercancías del comercio mundial y, además, es una de las mayores fuentes de ingresos de Egipto, alrededor de 9.400 millones de dólares (8.600 millones de euros) en el último año.
El 14 de diciembre, el Mar Rojo fue testigo silencioso de cómo tres buques pertenecientes a grandes compañías navieras fueron atacados por parte del grupo insurgente de los hutíes. Esta situación hizo que el mayor transportista de contenedores de Alemania, Hapag-Lloyd AG, junto a la compañía marítima danesa A.P. Moller-Maersk, MSC y la francesa CMA CGM, suspendieran el tránsito por esta zona.
Ahora, viendo que la situación sigue igual, varias compañías se han planteado comenzar a tomar la ruta alternativa del Cabo de Esperanza, una vía que bordea la costa Sudafricana y que agrega 10 días de viaje, lo que podría hacer que los costes de envío se encarezcan hasta en un 80%.
En este sentido, Sunil K Vaswani, director ejecutivo de la Asociación de Líneas Navieras de Contenedores, explica, «si estás operando un servicio entre la India y Europa, el viaje de ida y vuelta dura unos 56 días para 8 barcos si tomas la ruta más corta a través de Suez. Pero si tienes que pasar por el Cabo de Buena Esperanza se añaden otros 10 días, entonces debes poner un barco adicional».
Si bien hay todavía algunas navieras que tienen sus viajes por las rutas de Europa y Asia suspendidas, la realidad es que el aumento de los costes de los envíos ya ha comenzado a materializarse y las diferentes compañías afrontan la situación desde distintas posturas, algunas aplican recargos inmediatos y otras lo harán a corto plazo.
Los recargos inmediatos son en los fletes que no pueden desviarse y deben atravesar directamente el Mar Rojo, mientras que los recargos a futuro se centran en la reprogramación que se hará de la ruta que conecta a Europa y Asia, para evitar el estrecho de Bab El-Mandeb y el Canal de Suez.
Por ejemplo, desde el 20 de diciembre la empresa francesa CMA CGM comenzó a aplicar un «recargo Mar Rojo» de más de 1.000 dólares (902,13 euros) para todas las modalidades de contenedor y todo tipo de carga en los envíos cuyo origen o destino sean Jeddah y Neom (Arabia Saudí), Djibouti, Adén y Hodeidah (Yemen), Sudán, Massawa (Eritrea), Berbera (Somalia), Aqaba (Jordania) y Sokhna (Egipto). Esto como consecuencia del desvío de sus buques por la ruta del Cabo de Buena Esperanza.
Por su parte, la compañía italiana MSC ha notificado que aplicará un recargo por operación de emergencia a partir del próximo 20 de enero de 2024, que tendrá un coste de: contenedor de 20 pies, 1.200 dólares (1.082,56 euros); de 40 pies, 1.500 dólares (1.353,20 euros); unidad reefer, de 2.000 dólares (1.804,27 euros).
Además de esto, desde el 1 de enero comenzará a regir el Cargo por Ajuste de Contingencia (CAC) para todos los envíos procedentes del norte de Europa y cuyo destino sea el del subcontinente indio (India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka). Este recargo será de: contenedores de 20 pies, 1.000 dólares (902,13 euros) y 40 pies, 1.500 dólares (1.353,20 euros). A partir del 18 de enero, la tarifa se unificará a 1.500 dólares por contenedor.
Este nuevo escenario vaticina un repunte importante de los costes que sin duda tendrá su reflejo en el precio de los productos finales.