La industrialización de la vivienda, aún incipiente en España, ha comenzado a recibir respaldo institucional fuerte mediante el PERTE, incentivos económicos, y reformas reguladoras. Los objetivos son ambiciosos: multiplicar la producción de viviendas industrializadas, mejorar la eficiencia, calidad, sostenibilidad y condiciones laborales del sector, así como responder al déficit estructural del parque habitacional. El crecimiento e implantación de este modelo tendrá un impacto relevante en muchos segmentos de la construcción, y particularmente en de la cocina, baños y por ende, en las encimeras. Te contamos cómo pueda afectar.
Actualmente, solo entre el 1 % y el 1,5 % de las viviendas nuevas se construyen mediante técnicas industrializadas en España, un porcentaje muy bajo comparado con otros países europeos.
Según el Clúster de la Edificación, la demanda de vivienda unifamiliar industrializada podría llegar al 40 % en 2030, aumentando el número anual de 850 a 7.500 unidades y triplicando también el número de empresas del sector (de 40 a 140). Otras estimaciones apuntan a que el 10 % de la obra nueva en 2030 podría construirse bajo este modelo industrializado.

Planes y proyectos del Ministerio de Vivienda
El PERTE (Plan Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) de Industrialización de la Vivienda fue aprobado en mayo de este año y dispone de una inversión pública de 1.300 millones de euros para 10 años. Busca impulsar un ritmo de producción de 15. 000 viviendas industrializadas al año, con el objetivo de alcanzar las 20.000 anuales hacia el final del periodo.
La Empresa Pública de Vivienda dará hasta un 10 % de puntuación adicional en sus licitaciones por incluir elementos de industrialización, como ya se aplicará en las próximas licitaciones de 1.600 viviendas bajo SEPES.
La implicación del Ministerio de Vivienda con la industrialización es total. El secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, Iñaqui Carnicero estuvo la semana pasada en Portugal para conocer de primera mano el modelo de construcción industrializada de una empresa.
Impacto de la industrialización en la fabricación de cocinas
Para los fabricantes de cocinas todavía es difícil medir el impacto que tendrá la progresiva implantación del modelo de industrialización en la construcción de viviendas. La certeza es que las viviendas industrializadas suelen diseñarse con módulos estandarizados para optimizar costes y tiempos. Esto puede reducir la demanda de productos altamente personalizados.
Las encimeras de piedra natural o porcelánicos de gran formato, que tradicionalmente se cortan y adaptan para cada proyecto, podrían verse desplazadas por soluciones más modulares o prefabricadas (encimeras de composite, laminados o incluso integradas en módulos de cocina).
Incremento en la demanda de soluciones integradas
La industrialización promueve la venta de cocinas completas y modulares, que incluyen encimeras, muebles y electrodomésticos integrados.
Esta también puede ser una oportunidad para fabricantes que ofrezcan packs completos o para aquellos que colaboren con firmas de cocinas modulares.
Nuevos canales de distribución y alianzas B2B
Los fabricantes tendrá que explorar nuevos canales de distribución y alianzas B2B si quieren reengancharse a la tendencia de la industrialización. También tendrán que adaptar su estrategia de ventas, orientándose al B2B, con acuerdos con constructoras, estudios de arquitectura y fabricantes de viviendas modulares. Un ejemplo de este tipo de acuerdo lo hemos visto ya entre Porcelanosa y Grupo Avintia. El Grupo cerró un acuerdo y suministra cocinas y baños industrializados para la promotora.
La decisión de qué cocina o encimera instalar recae cada vez más en empresas promotoras y constructoras, que tendrán más peso en la decisión final perdiendo influencia el cliente final que hasta ahora siempre ha tenido posibilidad de elegir.
Presión por reducir tiempos de instalación
En un contexto de obra seca y montaje rápido, se demandan materiales fáciles de instalar, sin grandes obras ni tiempos de espera. La presión sobre la reducción de tiempos de suministro e instalación será máxima. Esto va a suponer un reto para los materiales más tradicionales, más pesados, que requieran acabados in situ y una instalación muy especializada. Esto, sin embargo, puede favorecer materiales más ligeros o de instalación rápida, como el HPL, compactos o superficies sintéticas.
Tendrán una gran oportunidad la superficies ultracompactas y ligeras como las encimeras de 12 mm o incluso menos que se adaptan mejor al entorno industrializado.
Oportunidades para fabricantes de encimeras
Los fabricantes de superficies de gran formato tendrá que valorar desarrollar líneas de producto estandarizadas y modulares para cocinas prefabricadas y ofrecer materiales innovadores que combinen estética, ligereza y facilidad de instalación.
Las alianzas estratégicas con fabricantes de cocinas y constructoras que apuesten por viviendas industrializadas va a ser vital, así como aumentar servicios B2B: corte previo en fábrica, entrega directa en obra y soluciones plug & play.
Los riesgos para quienes no se adaptan a las nuevas demandas del mercado sufrirán una pérdida de cuota en obra nueva si no ofrecen productos compatibles con sistemas industrializados.