El nuevo Plan de Reforma Interior de Viviendas (Renhata) 2017 presentado por la Gerenalitat tiene un objetivo muy claro: ayudar a unas 3.000 familias a hacer una puesta a punto de sus hogares. Este plan se dividirá en dos partes. La primera está destinada a las ayudas en cuanto a baños, cocinas y accesibilidad y cuenta con 3 millones de euros. La segunda es la que tiene previsto sustituir ventanas y calderas para ahorrar energía y cuenta con un millón de euros para hacerlo.
Cabe resaltar que dentro de las obras que tengan como objetivo adaptar las viviendas para personas que cuenten con algún tipo de necesidad especial, no se requiere ningún tipo de antigüedad ni del edificio, ni de la propia vivienda en sí.
Las subvenciones están pensadas tanto para inquilinos como para propietarios y la convocatoria se publicará en este mismo mes de marzo con todas las bases requeridas. Los interesados en acceder a estas ayudas deben vivir en una vivienda construida antes del año 1996. Cada familia podrá recibir un máximo de 4.300 euros (el mínimo del presupuesto para la reforma ha de ser de 2.000 y el máximo de 12.000 euros) Toda la tramitación será telemática y se tendrán en cuenta las obras que se hayan iniciado desde el mismo 1 de enero hasta, como máximo, el 15 de octubre. Esta última fecha marca el tope para la finalización de las mismas.
Si se cumplen con estos requisitos hay que tener en cuenta que dentro del presupuesto se pueden incluir: los grifos, los muebles de cocina, las instalaciones, los sanitarios y la obra civil. Al tiempo, quedan excluidos: los hornos, los extractores de humo, los electrodomésticos y las placas de cocción.
Según Ximo Puig, presidente de la Generalitat, lo que se pretende con este plan es “mejorar la calidad de vida de las personas” mediante la mejora de las condiciones que tienen en sus hogares y, al tiempo, dinamizar el empleo en el sector de la construcción.
La propia consellera de Vivienda, María José Salvador, ha querido mostrar su apoyo ante este plan aclarando que, anteriormente, sí que se han concedido subvenciones similares pero sólo para los edificios en sí, no para el interior de las propias viviendas que es “donde pasamos la mayor parte del tiempo”. Consideran que con esta medida se ayudará a una mejor conservación de las casas, sobretodo, en las cocinas y en los baños, que son los que más se suelen resentir, así como a crear espacios con una mejor y mayor accesibilidad para quienes así lo necesiten.