El sector de la construcción en España crecerá a un ritmo del 3,5% en 2025, según las previsiones del último informe elaborado por Euroconstruct. Según recoge el informe la industria superará el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) español, que será del 2,2%, de acuerdo a las estimaciones del Banco de España.
La relajación de los tipos de interés y la estabilización de los costes, más el inminente cierre de la ventana de oportunidad de los fondos Next Generation han contribuido a que en el tramo final de 2024 se haya producido un repunte de la cartera de proyectos, según destaca el Instituto de Tecnología de la Construcción (ITeC).
La construcción superará al PIB en 2025 y cambiará así el escenario de 2024, cuando el sector ha crecido al 2% y la economía española cerca del 3%. La industria se ha visto afectada en el presente ejercicio aún por el encarecimiento de los costes de construcción y de los costes financieros tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Además, el 3,5% previsto rebasará ampliamente al crecimiento de la construcción estimado en Europa para el año que está a punto de comenzar (0,6%).
Según el ITeC, «no está del todo claro si el sector tendrá suficiente capacidad productiva para atender al extra de demanda, pero si esa amenaza no se materializa, vemos factible que el sector mantenga estos ritmos de crecimiento también en 2026 (4%) y 2027 (3,5%)».
Por segmentos, la edificación residencial explica la mayor parte del crecimiento previsto para el próximo año. La estimación para 2024 es de un 2,8% de crecimiento, asumiendo que el auténtico cambio de ritmo se notará del 2025 en adelante. Para el periodo 2025-2027 prevé crecimientos anuales en una banda del 5 al 6%.
En cuanto al mercado no residencial, el informe de Euroconstruct contempla un 2024 ligeramente recesivo (-1%), con solo modestas mejoras para el periodo 2025-2027, entre el 1 y el 2,5%. En el mercado de la rehabilitación, impulsado por las ayudas europeas, la previsión se sitúa en la franja del 2% al 2,5% en 2024-2025.
Por empresas, las grandes constructoras seguirán promoviendo su internacionalización, con el foco prioritario en Estados Unidos, y conteniendo la deuda, para lo que continuarán con la venta de activos no estratégicos y con la incorporación de socios en algunas áreas para obtener recursos con los que potenciarlas.