El sector de los marmolistas especializados en arte funerario ha vivido un 2022 cargado de altibajos, tal y como confirman desde la Asociación Española de Marmolistas del Arte Funerario.
“Este año ha sido como una montaña rusa, debido a los acontecimientos a nivel mundial, nos ha dejado un periodo lleno de incertidumbre, pero que el sector se está tratando de adaptar de la mejor manera posible, indica Javier Pardo, vocal de la Asociación Española de Marmolistas del Arte Funerario (AEMAF) desde la patronal.
De cara a la campaña de Todos Los Santos 2022, afirma que «no nos podemos quejar, a pesar de todos los inconvenientes, y los problemas anteriormente mencionados, está siendo una campaña bastante productiva”.
Reivindicaciones
Una de las reivindicaciones en las que la Asociación lleva tiempo trabajando es en la reducción del IVA para los trabajos que ofrecen, un objetivo que permitiría aliviar el aumento de los costes que se ha visto repercutido en el precio final para el cliente. A través de la Asociación Española de Marmolistas del Arte Funerario (AEMAF) se están manteniendo reuniones con nuestro servicio jurídico para conseguir la reducción del IVA del 21% al 10%.
La necesidad de ampliación de los cementerios está obligando los gestores de cementerios, en su mayoría ayuntamientos, a implantar columbarios. Desde la Asociación señalan que “desde siempre las incineraciones han jugado en nuestra contra por ser una de nuestras competencias. Pero ahora el columbario es un producto más que podemos ofrecer para que haya una mayor libertad de poder elegir para el cliente final, siendo esta una opción más económica”.
Algunos gobiernos como el de Aragón ha instado a los municipios a proteger las lápidas funerarias. Una iniciativa que desde la Asociación Española de Marmolistas del Arte Funerario ven con buenos ojos. “Todo lo que sea luchar por conservar y proteger este legado que es el “arte funerario”, siempre será bienvenido, de hecho, se deberían hacer más iniciativas de este tipo a nivel nacional”.
Trabajos singulares
El sector de arte funerario no ha dejado de incorporar nuevas técnicas y materiales a los trabajos de lápidas y panteones. “Las nuevas técnicas de procesos de producción, el porcelánico personalizado está en auge, pero también se hacen trabajos combinando la piedra con el cristal, dando también una gran capacidad de personalización. Que es la tendencia actual”, confirma Pardo.
Otra de las novedades es “el uso del material porcelánico con volumen también es una buena opción, aunque no esta tan visto por sus altos costes de producción”.
Los cambios y las dinámicas de trabajo también han cambiado para los marmolistas que se dedican a la fabricación de arte funerario. “Nuestro sector intenta hacer lo posible para adaptarse. Aunque ya no sea como antes. Todo cambia en estos tiempos tan convulsos. Pero en relación al año pasado ha habido cambios sobre todo en los costes”.
El sector tampoco ha sido ajeno a los problemas de suministros, entre otras dificultades.
“Los transportes no para de subir, aparte de tener dificultades en encontrar disponibilidad de contenedores para traer los materiales. Todo se ha encarecido exponencialmente y el tiempo en llegar se ha alargado. Sobre todo, si es desde Oriente, debido a la política postpandemia, sumado a los conflictos bélicos producidos en Europa a principios de este año”.
Con los costes de la luz y la gasolina disparados, los precios de los productos funerarios también se han visto afectados. “A pesar de todos estos contratiempos, siempre intentamos mantener unos precios razonables, con nuestros clientes. Pero estamos hablando entorno a una subida de un 10 o un 15% respecto al anterior año”.
Plazos de fabricación
Los plazos de fabricación de los trabajos funerarios dependen especialmente de la personalización que elija el cliente. “Si hablamos desde que el trabajo sea aceptado, en torno a dos semanas hasta que el trabajo está en la puerta del marmolista. A veces incluso menos dependiendo de la urgencia”.
El próximo 1 de noviembre se celebra la festividad de Todos Los Santos. Todos los cementerios amplían el horario de visitas y son especialmente acondicionados para esos días.