El Ayuntamiento de Ereño (Bizkaia) ha inaugurado recientemente un centro de interpretación que dedica un lugar importante a su ‘mármol rojo’. Se ubica en un hórreo en el que se puede conocer la historia de la extracción de esta piedra caliza desde la época romana.
Una iniciativa que se enmarca dentro del proyecto de arte, naturaleza y territorio conocido como ‘Sintonía arrecifal’. Una idea que los artistas Rober Garay y Albert Palomera albergaron hace tres años en la cantera Garandape.
El museo se ha ubicado en un hórreo situado a la entrada de Ereño y erigido con la colaboración de la Diputación Foral de Bizkaia. El espacio viene presidido por un canto de mármol rojo rescatado del fondo del mar. En las paredes se puede ver una amplia colección de materiales, libros y herramientas de estudio. Lo más llamativo es que no están metidos en vitrinas, porque se trata de un museo concebido para que los visitantes puedan tocar el contenido.
Este espacio también tiene un rincón dedicado a la historia y etnografía de Ereño, donde la extracción del ‘mármol rojo’ se remonta a la época romana. Una narrativa apoyada en las fotografías familiares cedidas por Amaia Aldamizetxebarria, en las que se pueden ver estampas del trabajo en la cantera mientras estaba activa.
Esta piedra caliza de Ereño destaca por los restos corales y moluscos que le otorgan una apariencia marmórea. El color rojizo parte del óxido de hierro que impregnaba los sedimentos. Un material presente en edificios icónicos de Euskadi, como el Teatro Arriaga de Bilbao o el Castillo de Artega. También ha llegado a destinos tan distantes como Nueva York, el Vaticano o el Teatro Colón de Buenos Aires.