El Gobierno de Aragón y más concretamente, la consejera de Economía, Industria y Empleo, Marta Gastón, ha manifestado que solicitará al Ministerio de Industria del nuevo gobierno que se constituya después de la elecciones, la inclusión del alabastro como mineral prioritario. Este paso permitiría que, en cumplimiento de la Ley de Fomento de la Minería, que las empresas del alabastro puedan acogerse a los beneficios fiscales que recoge la ley y que supondrían, todo un incentivo para potenciar el sector.
Así mismo la consejera afirmó que se trabaja por la inclusión en el listado en beneficio de todo el sector y para los pueblos que cuentan con este recurso natural, así como por dotar al alabastro de una certificación.
En la primera mesa de trabajo de septiembre se sentaron representantes de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), miembros de las ocho extractoras incluidas en la Agrupación de Empresas Mineras de Aragón (AEMA) y personal del Departamento de Energía y Minas de la DGA. Tras algunas reuniones más la iniciativa como tal se estancó. «No salió como esperábamos pero ya estamos en otro proyecto con otra empresa o entidad certificadora reorientando el proyecto con el diálogo con el Colegio Oficial de Arquitectos y la Universidad, entre todos», dijo el director general de Energía y Minas, Alfonso Gómez.
Cabe destacar que ya se están llevando a cabo controles de calidad entre la Facultad de Geológicas y una de las empresas que opera en La Puebla de Híjar.
Por otra parte, Gastón afirma que trabajan en «aminorar el tiempo en trámites administrativos». Reconoció que el futuro del sector está en conseguir una transformación completa de la piedra en el territorio antes de su exportación. En este sentido aseguró que se han dado pasos, como por ejemplo, el Taller de Empleo de Artesanía en Alabastro y piedra natural de Albalate del Arzobispo.
I Congreso Internacional
Del 19 al 21 de mayo, Zaragoza acogió el I Congreso Internacional sobre usos artísticos del alabastro y procedencia del material. Estuvo coordinado por la Universidad de Zaragoza, en concreto, por el departamento de Historia del Arte. Se puso de manifiesto la importancia y presencia de este material extraído del territorio en obras de medio mundo a lo largo de los siglos.