La central de compras de almacenes de construcción Ibricks analiza los nuevos retos para el almacén mientras el crecimiento se consolida. Con 334 asociados y rozando ya los 400 puntos de venta por todo el territorio nacional, la central de compras y servicios Ibricks sigue desarrollando nuevos servicios para sus almacenes, que se caracterizan por su dinamismo y modernidad.
En un contexto cada vez más competitivo y un cliente más informado, la compañía apunta algunos de los retos para el almacén de construcción más inmediatos en este 2018.
Uno de ellos es optimizar al máximo las compras y la logística, para poder ser competitivo en precio. Esto no significa que el almacén compita por precios bajos, sino que pueda sacar un justificado margen por su diferencial de calidad con las grandes superficies y otros competidores. Para ello, ser eficiente en costes es esencial.
Conocer los nuevos desarrollos de producto es otro de los retos. El sector de los materiales de construcción es uno de los más innovadores, teniendo en cuenta la importancia de la vivienda, la necesidad de eficiencia energética y el respeto al medio ambiente. «Este conocimiento de producto, unido a las nuevas tendencias en diseño del hogar, es lo que va a permitir al almacén ofrecer un asesoramiento diferencial y excelente. El cliente puede mirar muchos precios en internet, pero no tiene tiempo para investigar en profundidad sus opciones en materiales, en diseño o en eficiencia» apunta la empresa.
Disponer de un punto de venta atractivo y eficiente para la venta, teniendo en cuenta sobre todo el auge del cliente particular en el mix de venta y que el 80% de las decisiones de compra se toman allí. Un almacén vende confianza e ilusión, y la imagen es básica para ambas, además de la relación personal, es otra de las cuestiones que consideran fundamentales.
Desde GRupo Ibricks también señalan como esencial: «Realizar comunicación y marketing en su mercado, en sentido amplio. Ya no van a venir a comprarnos, debemos salir a vender, sabiendo en qué nos diferenciamos, a qué público nos dirigimos, y haciendo acciones con continuidad. Estamos en un mundo de imagen, un punto clave para impactar e interesar. Un almacén debe ofrecer una imagen profesional y coherente en todos sus momentos de contacto con el cliente: punto de venta, catálogos, folletos, página web, etc».
Por otra parte, hacen un guiño a la importancia de la atención al mundo digital, un canal que ha llegado para quedarse. «La página web, las redes sociales y la venta online suponen un reto y una oportunidad que hay que empezar a abordar».