Ingemar está a punto de cerrar un acuerdo que permita su continuidad y para el que cuenta con el apoyo del Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa, Ayuntamiento de Usurbil, accionistas, dirección y trabajadores de la empresa guipuzcoana, como recoge el periódico Noticias de Guipuzkoa.
Ingemar, creada en 1952, es un referente en la producción, distribución y comercialización de mármoles y granitos con presencia internacional. La fábrica de Usurbil en Gipuzkoa, además, se caracteriza por su especialización en materiales de alta calidad. Diversos problemas derivados de la crisis económica y problemas de gestión crearon una situación delicada, provocada por la falta de circulante con el que pagar sus deudas a pesar de que los trabajadores siempre han defendido su rentabilidad.
Tras innumerables gestiones que se han prolongado más de medio año, los actores implicados han llegado a diseñar un plan de viabilidad que, en sus trazos generales, cuenta con el visto bueno unánime y al que faltaría incorporar una serie de condiciones, concretamente laborales a negociar entre dirección y sindicatos.
El plan de viabilidad contempla una ampliación de capital, ya aprobada por los accionistas en junta, y una hoja de ruta que, en un primer momento, establece una reestructuración para, una vez recuperada la actividad, comenzar a potenciar la plantilla y la producción.
Respecto a los primeros movimientos, y según señalan fuentes de ELA, la viabilidad de la matriz guipuzcoana del grupo con presencia internacional establece la permanencia de medio centenar de trabajadores, mientras que otra veintena saldría de la empresa. Este último colectivo sería indemnizado con 20 días por año trabajado con una anualidad, a lo que se añade que hasta cumplir los 61 años la empresa les complementará el salario como si prosiguieran con su actividad laboral. En ningún caso se baraja la posibilidad de traslados a otras plantas del grupo, que tiene Ingemarga en Galicia, Ingemarto en Toledo y Craminsa en Mérida (Badajoz).
El plan entiende que en Usurbil la factoría debe ser productiva, y no un simple almacén de material, por lo que propone la incorporación de media docena de sierras, que en los siguientes años se verán complementadas con máquinas que especialicen la producción e incrementen su valor añadido.
Por la parte institucional, Gobierno Vasco y Diputación Foral de Gipuzkoa se comprometen a facilitar a Ingemar su acceso a avales, siempre y cuando se vayan cumpliendo los pasos que conducen a la consecución de activos circulantes y se reorganice la firma guipuzcoana. La entidad foral, además, creó recientemente una nueva herramienta de financiación junto con las sociedades de garantía recíproca que aún no estaban fusionadas Elkargi y Oinarri, a la que podría acogerse la empresa de mármoles y granito de Usurbil.
El acuerdo, si bien se encuentra en fases muy avanzadas, todavía tiene pendientes de solucionar algunos detalles relacionados con las condiciones laborales. Entre los requisitos planteados por el comité de empresa, formado por cuatro delegados de ELA y uno de LAB, está definir con exactitud las compensaciones que recibirán los empleados despedidos, puesto que no hay acuerdo con las cifras finales.
Otra de las reivindicaciones sindicales es que se establezca una fecha máxima todos los meses antes de la que los salarios deben estar abonados. La garantía de que el plan de viabilidad se va a cumplir tal y como se establezca finalmente forma parte del conjunto de peticiones, y para ello se propone la instauración de un mecanismo que controle este grado de cumplimiento.