José Marín, actual presidente del Cluster de la Piedra y gerente de Grupo San Marino ha asumido el control de la Confederación Española de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales (Cominroc). El secretario general de Conmiroc será Javier Fernández Cortés, director del Instituto Tecnológico del Mármol, Piedra y Materiales de la Región.

Entre sus objetivos en este mandato, que comenzó la pasada semana, destaca la puesta en marcha de iniciativas que contribuyan a relanzar el sector, lo que supondrá un importante impulso a las empresas murcianas, que abarcan una importante cuota del mercado español. De esa manera, se pretende dar un salto de futuro que garantice su crecimiento y la generación de más empleo, tras unos años repletos de dificultades por la crisis económica que provocó la pérdida de muchos puestos de trabajo.
La patronal Cominroc agrupa a siete sectores -industrias extractivas y afines, fabricantes de cales y derivados, yesos, áridos, cemento, pizarra y mármol-. En total agrupa a más de 2.000 empresas, con 4.200 explotaciones a cielo abierto y unos 28.000 trabajadores directos.
En cuanto a la aportación del sector del mármol regional, más allá de los problemas que lo han lastrado por el parón de la actividad de la construcción en España, se ha estabilizado en algo más de medio centenar de canteras en explotación, que emplean a unos 400 trabajadores, lo que, sumado a los talleres marmolistas, fabricantes de material de construcción y pymes auxiliares, elevaría los puestos de trabajadores directos a unos 1.700. Los municipios de Cehegín y Caravaca de la Cruz son el eje de esta industria de extracción y transformación, con la comarca del Altiplano en un segundo escalón.
La exportación ha sido clave para resistir en los peores momentos. De hecho, su importancia se refleja en el volumen de su negocio exterior, que alcanzó los 35 millones de euros el pasado año.
Los empresarios ven imprescindible legislar mediante una mejora del marco jurídico y el sistema de concesión de permisos; el intercambio de mejores prácticas en las políticas de planificación; eliminar el exceso de cargas administrativas en la expedición de permisos; facilitar las actividades de exploración; promover un desarrollo sostenible en la ampliación de los yacimientos de extracción; y proteger los yacimientos minerales.
Asimismo, ponen el énfasis en la necesidad de incrementar la compatibilidad de la extracción con la protección del medio ambiente, ampliando las mejores prácticas y basándose en la Red Natura 2000, además de mejorar los procedimientos de transporte a fin de reducir la contaminación.