Así lo han anunciado las cooperativas de Gioia, Lorano y Canalgrande. La última, a través de una nota que dejó en su página de Facebook, comunicó que había dado este paso: “La Cooperativa ha decidido suspender todas sus actividades industriales y cerrar temporalmente la empresa. Para proteger la salud de nuestros miembros trabajadores, clientes, proveedores».
Por otra parte, desde la Federación Nacional de Trabajadores de la Construcción también se ha hecho un llamamiento para parar la actividad quince días en el sector de la piedra. “En un momento de emergencia extremadamente grave como el que estamos experimentando para combatir la propagación del coronavirus, el sector de la piedra, desde la montaña hasta la llanura que pasa por el transporte, no puede ser una excepción. Debe detenerse por algunas semanas. Ciertamente no será una tragedia detener la producción durante unos días dada la rotación que tienen las compañías de mármol”. Es el llamamiento que lanza el gerente del Feneal Uil – Federación Nacional de Trabajadores de la Construcción- al norte de Toscana, Daniele Marsili, y que concierne al área de Lucca, incluida Versilia.
«Es hora de que el país, dice Marsili, se muestre unido y el gobierno también nos está dando las herramientas para poder lidiar con un cierto período de detención con cierta serenidad, gracias a una inyección extraordinaria de fondos destinados a despidos y apoyo a los ingresos, también de empresas. Es el momento de la cohesión, ciertamente no el de las huelgas, pero la piedra no puede continuar avanzando en la gestión del virus solo por razones económicas y comerciales. Y la política también debe desempeñar su papel».
“A la luz de las disposiciones contenidas en los decretos del primer ministro –continúa Marsili–, pedimos que la actividad se detenga por un par de semanas. El contagio continúa extendiéndose sin descanso y no podemos pensar en continuar trabajando en las canteras, en el transporte, en las empresas de pavimentos, sobre todo sin que todas las empresas tengan el suministro necesario de equipos de protección personal, como máscaras adecuadas para bloquear el virus. Por otro lado, el resultado sería obvio si un trabajador fuera positivo: la empresa se vería obligada a dejar de poner en cuarentena a todos sus colegas, así como a los empresarios, otros trabajadores que entraron en contacto con el personal y todas sus familias. Es hora de prevenir porque la cura podría ser mucho peor».
Marsili también quiere prestar especial atención al manejo de la emergencia desde el punto de vista de la salud: “Los hospitales corren el riesgo de colapsar en unos pocos días, las camas son escasas, los cuidados intensivos continúan llenándose de personas. ¿Podemos pensar qué pasaría si no quisiéramos un accidente en la cantera también? Solo nos estresaríamos y pondríamos de rodillas nuestra salud que ya está en graves problemas. Así que paremos, por unos días, por el bien del país. Entonces podemos comenzar de nuevo con más ímpetu y más serenidad en un par de semanas. Y si superamos esta emergencia, será principalmente gracias a todos los trabajadores de la salud que están haciendo un verdadero trabajo para detener el coronavirus».