La Universidad de Barcelona ha presentado «BCN Rocks», una nueva «app» interactiva que invita a conocer la arquitectura y la historia de la capital catalana a través de la geología y las rocas con las que se construyeron 32 de sus principales edificios, en la mayoría de los casos la piedra arenisca de Montjuïc.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB, Lluís Cabrera, ha explicado a Efe que la herramienta busca despertar la curiosidad de la gente para que «se percate de que en su entorno hay materiales de origen natural», y que gracias a la geología podemos conocer su origen.
Al igual que la aplicación móvil «Pokémon Go», que permite a los usuarios capturar las famosas criaturas animadas a través de dispositivos móviles, «BCN Rocks» explora emblemáticas construcciones de Barcelona a través de la geolocalización de los teléfonos inteligentes.
La «app», disponible en catalán, castellano e inglés, reúne un total de 32 edificios -construidos u ornamentados con 21 tipos de rocas distintas- ubicados en el Barrio Gótico de Barcelona, la Plaza de Cataluña y el Paseo de Gracia, en el céntrico distrito del Eixample.
El usuario, en el apartado «Explora» de la aplicación, puede recorrer el centro de la capital catalana en búsqueda de -en lugar de los Pokémon- las emblemáticas construcciones de la ciudad, gracias a la ruta que «BCN Rocks» le traza.
Sin embargo, y si así lo prefiere, el usuario también puede conocer las construcciones, sus rocas y su historia a través del apartado «Elementos», desde la comodidad de su casa.
Un tercer apartado, «Laboratorio», permitirá a la persona procesar y diseñar su propia piedra, como lo hicieron en su época los grandes maestros de la arquitectura catalana.
Esta herramienta didáctica, disponible para dispositivos iOS y Android, muestra construcciones que datan de la época del Imperio romano, hace más de 2.000 años, hasta aquellos emblemáticos edificios del modernismo catalán del siglo XX.
Entre las obras que presenta «BCN Rocks» destacan algunas como el Ayuntamiento de Barcelona, la Bolsa de Barcelona, la Casa Serra (Edificio de la Diputación de Barcelona) o La Pedrera, del arquitecto Antoni Gaudí.
Lluís Cabrera ha explicado que, desde la Barcelona romana, la gran mayoría de los edificios eran construidos utilizando la piedra arenisca de Montjuïc, material que continuó siendo utilizado en la época medieval «hasta que a partir del siglo XIX y XX empezó la importación de rocas desde el resto de la península ibérica».
Algunas construcciones muestran también que se utilizaron en ellas piedras recicladas de algún edificio demolido.
Es el caso del Palau de la Generalitat, cuya puerta principal está flanqueada por cuatro columnas de origen romano, que fueron esculpidas en la actual Turquía y formaron parte del desaparecido templo de Augusto en la Tarragona romana.
Cabrera también ha destacado la llegada -con el crecimiento de Barcelona a partir de los años 50 y 60- de piedras de Brasil, Noruega e India que «estuvieron de moda», como rocas ornamentales muy vistosas para decorar las fachadas de bancos y edificios privados.
Con una inversión pública de alrededor de 25.000 euros, «BCN Rocks» es un proyecto de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB y el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA), con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad.