La digitalización ha llegado a todas la áreas de nuestra vida y en el campo empresarial no hay excepciones. Muchas empresas trabajan ya activamente en la digitalización de los negocios para ganar competitividad y ahorrar costes y tiempo, pero hay un sector que aún no ha hecho del todo los deberes: el de la construcción y la ingeniería. Así lo evidencia el informe ‘Global Construction & Engineering Survey’, elaborado por EY tras encuestar a diversos ejecutivos que pertenecen a empresas que, en total, suman unos ingresos de más de 500.000 millones de dólares. Y a la vista de los datos, que pretendían analizar la manera en que este tipo de compañías están afrontando su digitalización, existe un problema cuya reacción debe ser urgente.
El informe muestra una realidad bicéfala: los directivos de las compañías reconocen la importancia de la digitalización y la necesidad de subirse a ella, pero ese pensamiento no llega a traducirse en acciones concretas para acometer la transformación. Así pues, el 98% de los sondeados cree que las soluciones digitales serán fundamentales para la viabilidad futura de su compañía (el 40% considera que son críticas y el 58% afirma que es algo absolutamente necesario). Además, el 63% de los entrevistados cree que la innovación digital es clave para transformar los negocios.
Sin embargo, a la hora de la verdad, solo el 28% de los encuestados asegura que su empresa tiene una estrategia y una agenda digitales, mientras que el 56% dice estar diseñando dicha estrategia y el 16% restante ni siquiera cree que esta sea necesaria. En cuanto al abastecimiento financiero para dicha transformación, el 67% confiesa que su empresa destina menos del 1% de su facturación a la digitalización.
¿Contratar fuera o formar a los empleados?
¿A qué se debe la disonancia entre la creencia de que la digitalización es necesaria y la ausencia de medidas concretas para caminar en esa dirección? El informe señala varias claves, entre las que cabe destacar principalmente dos: por un lado, la creencia de que la tecnología no es efectiva en el entorno de la construcción; por otro (y quizá como consecuencia de lo anterior), existe una falta de personal capacitado para revisar, implementar y operar las tecnologías digitales.
Ante este dilema, en caso de que se decidan a dar el paso definitivo y acometer una transformación digital que evite su pérdida de competencia, las compañías de construcción e ingeniería global pueden optar por tres opciones a la hora de contar con personal cualificado en el ámbito digital:
Contratar nuevos perfiles. La opción señalada por el 54% de los encuestados. Si en la compañía no hay profesionales con las suficientes destrezas como para comandar la transformación digital, la solución pasa por salir al mercado y contratar a un nuevo directivo, que contará con recursos, formación y dedicación exclusiva a lo digital.
Formar a los actuales empleados. El 46% de los ejecutivos consultados opta por la segunda vía, la de ‘reciclar’ a los profesionales que ya están dentro de la compañía y cuya transición debería ser menos lenta. Incluso aunque se contratase a alguien de fuera, al final una tarea tan voluminosa como la de la transformación digital siempre necesitará que, por debajo del perfil directivo digital, haya otros empleados de perfil intermedio que hayan sido sometidos a un proceso de formación para pasar a formar parte del equipo que comande dicha área.
Colaboración externa. Existe una tercera vía que no excluye las dos anteriores, sino que puede ser complementaria: contratar a una empresa externa que esté especializada en este tipo de procesos. De este modo, asociarse con otra compañía permite una rápida implementación de tecnologías clave sin tener que afrontar un ciclo de aprendizaje que en ocasiones puede resultar lento o complicado.