Las dificultades para el transporte de pizarra por la falta de contenedores para enviarla a Estados Unidos y por la escasez de retornos en los portes por carretera, no está teniendo un reflejo en la cartera de resultados de las empresas gallegas de pizarra.
Así, según las cifras del acumulado de entre los meses de enero-octubre, la facturación fue de 276,09 millones de euros lo que supone un aumento de un 24,1 % respecto al ejercicio anterior y un 22,5% sobre la de 2019, antes del cierre temporal de explotaciones por el covid-19.
Las toneladas exportadas en los 10 primeros meses del año fueron 435.179, lo que supone un precio medio de 634 euros por tonelada, que es un 11 % mayor al de 2020. Este aumento de las tarifas sería una buena noticia si no fuese por el fuerte incremento de costes como electricidad o transporte.
Valdeorras concentra la mayoría de las explotaciones gallegas, cuya producción supone un 60 % del total nacional.