Los datos de producción, ventas y exportación de 2020 de la industria italiana de baldosas cerámicas se ven afectados por la pandemia mundial, aunque una mejora con respecto al primer cierre nacional. Tras un primer semestre en el que las ventas en el mercado italiano cayeron considerablemente y las exportaciones registraron un descenso del orden de veinte puntos porcentuales, se inició un proceso de recuperación paulatina de la actividad, que permite cerrar el año con un disminución más contenida en los volúmenes generales de ventas.
Estas son algunas de las evidencias que surgieron con motivo de la presentación de la dinámica económica del sector. Los resultados preliminares para 2020 preparados por Prometeia sobre datos del sector muestran para la industria italiana de baldosas cerámicas volúmenes de producción de alrededor de 330 millones de metros cuadrados, una disminución significativa en comparación con 2019.
Disminución menos marcada de las ventas, estimada en 391 millones (-4% respecto a 2019), resultado de exportaciones del orden de 317 millones de metros cuadrados (-2%) y ventas en el mercado nacional por 73 millones de metros cuadrados (-12%). Entre los mercados de referencia, las exportaciones a Europa se mantienen sustancialmente estables, cubriendo más de 2/3 de las exportaciones, en comparación con las ventas extracomunitarias que, por otro lado, muestran descensos más marcados.
La situación económica, de hecho, ha sido diferente de un continente a otro. Si Prometeia estima que las ventas en Europa Occidental crecerán en +2, el comentario del presidente es que “el año que vio la pandemia afecta nuestras vidas y nuestras actividades – subrayó Giovanni Savorani, presidente de Confindustria Ceramica – podemos decir que este 2020 terminó en declive, pero en general, menos peor de lo que podríamos Espere. Un momento importante fue la renovación del Convenio Colectivo Nacional de Trabajo el 26 de noviembre, que representa una importante inversión en el instrumento contractual. Luego hay tres grandes cuestiones abiertas, que pueden afectar gravemente a la competitividad de nuestras empresas».
El primero se refiere al sistema ETS de la Unión Europea que, si bien apunta a un objetivo climático plenamente compartido, penaliza de manera inconsistente a un sector, como el de la cerámica italiana, que ha invertido importantes recursos y está a la vanguardia de la tecnología existente. “A esto hay que sumar la inaceptable exclusión de nuestro sector – prosigue el presidente Giovanni Savorani – de la lista de sectores admitidos a la compensación de los costes indirectos del ETS, es decir, los de la electricidad comprada. Esta exclusión no está motivada debido a la muy alta exposición al comercio internacional de nuestras empresas y corre el riesgo de beneficiar irreversiblemente a nuestros competidores».
Un segundo tema es la pérdida de competitividad y el de las infraestructuras. Si bien existen resoluciones aprobadas, financiación disponible y proyectos ejecutivos, no se inician las obras de la carretera de enlace Campogalliano-Sassuolo y de las demás obras viales ordinarias. A esto se suma el proyecto de enlace ferroviario regional entre los aeropuertos de Marzaglia y Dinazzano para hacer todo el sistema más eficiente y aumentar el uso del transporte ferroviario.
Por último, señala que es esencial que la atención extraordinaria que los italianos están prestando a los incentivos 110% Superbonus se conviertan en verdaderas obras de construcción para remodelar partes importantes de la ciudad. Para lograr este objetivo, «es fundamental que la caducidad de los incentivos se equipare a la del Plan de Recuperación, año 2026, y sobre todo que se simplifiquen los trámites, para evitar que su complejidad haga que muchas personas desistan de realizar el trabajo. Por último, los límites máximos de las entidades de crédito deben ser lo suficientemente elevados para poder financiar a todos los interesados en la reestructuración».
