La vulnerabilidad de la mampostería tradicional ante los terremotos y los problemas de calidad del hormigón suponen un grave riesgo en los países en desarrollo y, según los expertos, la respuesta para salvar vidas en caso de sismo es esa técnica, fácil de aplicar, incluso con pocos recursos técnicos y se llama mampostería confinada. Así se explicó en el XV Congreso Internacional de Ingeniería Sísmica.
La mampostería confinada, es la mampostería con elementos concretos de refuerzo (vigas y columnas de amarre), en su perímetro, vaciados después de construir el muro de mampostería simple.
La mampostería antisísmica, que es adecuada para edificios bajos y de altura media, refuerza el perímetro de las paredes elaboradas con ladrillos y mortero mediante la colocación de vigas y columnas de hormigón.
Manuales para las construcciones antisísmicas.