La Catedral de Málaga, uno de los grandes emblemas del patrimonio andaluz, se encuentra inmersa en un ambicioso proceso de rehabilitación arquitectónica. La piedra natural seleccionada para esta intervención histórica será la piedra Bateig, extraída de las canteras de Novelda (Alicante), tras un riguroso proceso de evaluación técnica y patrimonial.
La elección de Bateig como proveedor no es casual. El equipo de arquitectos e ingenieros encargado del proyecto visitó diversas canteras en todo el país en busca de un material que garantizara resistencia, durabilidad y, sobre todo, compatibilidad con los materiales originales del templo. Finalmente, la piedra Bateig ha sido la opción que ha ofrecido el equilibrio perfecto entre prestaciones técnicas y valor patrimonial.
Con una superficie de cantera de más de 7 millones de metros cuadrados, Bateig no solo cuenta con la capacidad extractiva e industrial necesaria para afrontar proyectos de esta envergadura, sino también con una larga trayectoria en intervenciones sobre edificios históricos. Su piedra natural ha sido empleada en obras tan significativas como el Real Casino de Murcia, el Palacio de Linares en Madrid o el edificio de Correos de Valencia y también en edificios modernos como las oficinas de Google en París.
La piedra Bateig se caracteriza por su homogeneidad visual, su excelente comportamiento estructural y su resistencia a la intemperie, cualidades clave para garantizar una restauración duradera. Además, su preparación en grandes piezas macizas y con máxima precisión facilita su adaptación a los requerimientos técnicos de la catedral malagueña, popularmente conocida como “la Manquita”.
Desde la empresa alicantina subrayan que formar parte de este proyecto es un honor y una gran responsabilidad. “Nuestra participación reafirma el compromiso con la conservación del patrimonio histórico y artístico de España”, afirman desde Bateig. “Este nuevo hito refuerza nuestra vocación de servicio al patrimonio, aunando tradición, innovación técnica y excelencia”.
La restauración de la Catedral de Málaga no solo busca preservar su integridad estructural, sino también devolverle su esplendor original con un enfoque sostenible y respetuoso con su identidad. Y en esa misión, la piedra Bateig será un pilar fundamental.