La perforación de roca ornamental sigue dependiendo mucho del aire comprimido, que consume mucha energía, o de la perforación hidráulica con máquinas diésel. Para paliar esta situación, Fravizel ha desarrollado la Victoria, una máquina de ruedas u orugas con martillos hidráulicos y motor eléctrico.
La Victoria se introduce en la fase de escuadrado, en la que se cortan los rodales derribados para obtener bloques transportables y comercializables. Es una máquina con ruedas, controlada a distancia, con un brazo telescópico que permite una gran movilidad sin desplazar la máquina, tres martillos hidráulicos ajustables entre sí y una carrera de perforación automática con un alto rendimiento de perforación.
La Victoria tiene varias ventajas, entre ellas: hasta 7 ejes para adaptarse al banco, es autopropulsada y totalmente autónoma, puede posicionarse encima de cualquier banco caído con un solo operario. Es capaz de gestionar y almacenar datos como tiempo de perforación, longitud de perforación y altura (área). Además, monitoriza los parámetros de perforación con información para el operario y control de productividad mediante tecnología 4.0. Aumenta la eficiencia del uso del agua, la energía y los recursos asignados a cada fase. Todas estas ventajas permiten reducir los costes de mantenimiento.
El sistema de perforación es una innovación del mercado, patentado, fruto de la investigación y el desarrollo. Permite el ajuste de la potencia de perforación (fuerza de avance, rotación y percusión) de cada martillo, e incluye modos de perforación programables en ciclos automáticos para obtener ganancias de rendimiento y aumentar el rendimiento cuando hay diferentes características de la piedra.
«Con la Victoria es posible aumentar la productividad en el frente de cantera y permite realizar rápidamente cortes internos en el banco para maximizar su utilización. Una de las grandes ventajas es que es totalmente autónoma», indican desde Fravizel.
Las optimizaciones de todos los sistemas de la máquina permiten evidentes ganancias en eficiencia energética, reducción de emisiones de CO2, así como ganancias económicas en productividad. Por ejemplo, en comparación con otros procesos, Victoria evita la emisión de al menos 76% de CO2/año. Y si la energía procede de fuentes 100% renovables, las emisiones anuales evitadas son aún mayores. Esto encaja con el objetivo del Pacto Verde Europeo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (55% para 2030). En términos de gasto energético, la Victoria consigue un ahorro de hasta el 70% en comparación con métodos de funcionamiento alternativos.
De este modo, el Victoria representa un valor añadido al proporcionar al sector soluciones más eficientes, productivas y respetuosas con el medio ambiente.