Tal como publica El Economista, un decreto emitido por el Gobierno de Rusia faculta a cualquier persona o empresa, bajo su autorización expresa, a utilizar patentes propiedades de una cincuentena de países considerados “hostiles o no amigos”, entre los que se encuentra España. Y lo podrán hacer sin pagar compensación alguna.
Las patentes españolas suponen un total de 1.895 entre los años 2015 y 2020, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO). Por el momento este decreto no afecta al uso de marcas comerciales en productos y servicios. Esto hace que la protección a nivel de marca siga vigente mientras no se modifique el decreto del Gobierno ruso.
En el decreto se indica que “el monto de la compensación asciende al 0% del producto real de la persona que ejerció el derecho a utilizar una invención, modelo de utilidad o diseño industrial sin el consentimiento del titular de la patente”.
Para muchas patentes las empresas rusas tendrán dificultades para implementarlas por sí mismas para el mercado ruso, debido a los costes y a la complejidad para desarrollar la tecnología patentada por estas empresas y por el know-how necesario para llevarlas a cabo.
El decreto ruso incluye a los siguientes países considerados “hostiles”: Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Suecia, Australia, Albania, Andorra, Reino Unido, Islandia, Canadá, Liechtenstein, Estados Federados de Micronesia, Mónaco, Nueva Zelanda, Noruega, San Marino, Macedonia del Norte, Singapur, Taiwán, Ucrania, Montenegro y Suiza.
Esta decisión del Gobierno de Rusia se enmarca dentro del enfrentamiento económico y como respuesta a las sanciones impuestas por los países occidentales tras el estallido de la guerra en Ucrania.