En el período enero-noviembre de 2024, las exportaciones brasileñas de rocas ornamentales alcanzaron los 1.030 millones de euros (1,13 mil millones de dólares) y 1,86 millones de toneladas (Mt), con un incremento del 9,2% en valor y volumen en comparación con el mismo período de 2023.
Estas cifras apuntan a un desempeño anual superior al de 2023, pero aún inferior a los máximos históricos de 2021 y 2022. Según el informe de Abirochas, este resultado refuerza la posición del país como uno de los mayores exportadores de mármol, granito y otras piedras ornamentales a nivel mundial.
Estados Unidos se consolida como el principal mercado de destino, absorbiendo más del 50% de las exportaciones brasileñas. Otros compradores destacados incluyen China, que ha incrementado su interés en piedras de alta calidad para proyectos arquitectónicos, y países europeos como Italia y Alemania.
Espírito Santo sigue liderando la producción y exportación, representando el 60% del total nacional, gracias a su infraestructura portuaria y a su consolidado ecosistema industrial. Minas Gerais y Bahía también contribuyen significativamente al crecimiento del sector.
El perfil de las exportaciones se ha mantenido sin cambios desde 2006: el 54% del volumen físico corresponde a bloques y el 46% restante a placas. A pesar de que el precio promedio por tonelada ha aumentado, llegando a 570 euros/t (610 USD/t) en 2024, esto no ha compensado la reducción del volumen físico exportado, que ha descendido de 2,6 Mt en 2006 a menos de 2,0 Mt en 2024.
Las rocas exóticas lideran las exportaciones, pero representan un mercado más reducido. Paralelamente, las rocas comunes han perdido terreno frente a materiales como el gres porcelánico y las piedras artificiales, especialmente en América del Norte.
Para garantizar un crecimiento sostenido, el sector deberá enfocarse en exportar productos terminados con mayor valor añadido, lo que aumentaría los beneficios para las regiones productoras, principalmente en los estados de Bahía, Minas Gerais y Ceará.
A pesar de los desafíos globales, como el aumento de costos logísticos, la industria brasileña de piedra natural anticipa un 2025 prometedor, con inversiones enfocadas en sostenibilidad y expansión.