El Gobierno de Asturias decreta la suspensión temporal de apertura al público de los locales y establecimientos comerciales minoristas, desde hoy, motivado por el alto número de casos de Covid-19 registrado en los últimos días y que está saturando las unidades sanitarias.
Las tiendas de cocina han sido uno de los negocios afectados por el decreto que también incluye un nuevo horario de toque de queda, de 6 de la mañana a 10 de la noche.
Juan Antonio García, gerente de Cocinas Keldor de Gijón, afirma que estar preocupado por la incertidumbre de qué va a pasar cuando pasen los quince días. “El instalador está trabajando, pero teníamos varios presupuestos a punto de firmar y todo se ha parado”. Corrobora que las ventas iban muy bien hasta septiembre pero que desde principios de octubre las solicitudes habían bajado”.
La alternativa de la venta online o teléfono asegura que no funciona. “Los presupuesto que se solicitan por email tenemos la experiencia del anterior confinamiento de que no salen adelante”.
Secundino Fernández es el gerente de tres puntos de venta de cocina en Asturias bajo la marca Nukleo. Dos de ellas operan como un corner dentro de la empresa de materiales de construcción Rocasa y la otra está ubicada en el centro de Oviedo. Él ha abogado por no cerrar. “Operamos bajo el epígrafe de reformas que no tiene restringida la actividad y hemos solicitado información para aclarar nuestro caso, pero de momento no sabemos nada. Ahora mismo estamos abiertos”.
Desde el anterior confinamiento en Nukleo apostaron por trabajar solo con cita previa y les ha funcionado. «Tenemos muchos clientes de fuera de Asturias, así que funcionamos de forma habitual vía online y mediante videollamadas. También estamos ofreciendo a los clientes la posibilidad de presentarles el proyecto en su domicilio y está teniendo muy buena acogida”.
Afirma no percibir un parón en la actividad. “Casualmente ayer nos entraron cuatro proyectos. Pienso que 2021 va a ser bueno a nivel de promoción de vivienda, la gran incertidumbre es el cliente particular”.
Los negocios a los que el Gobierno asturiano va a permitir seguir manteniendo su actividad son:
los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, centros, establecimientos y servicios sanitarios, servicios sociales y sociosanitarios, parafarmacia, centros o clínicas veterinarias, mercados ganaderos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, servicios profesionales y financieros, prensa, librería y papelería, floristería, combustible, talleres mecánicos, servicios de reparación y material de construcción, ferreterías, estaciones de inspección técnica de vehículos, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por Internet, telefónico o correspondencia, servicios de entrega a domicilio, tintorerías, lavanderías y el ejercicio profesional de la actividad de peluquería y de centros de estética, así como estas mismas actividades de mercado desarrolladas en la vía pública al aire libre o de venta no sedentaria, comúnmente llamados mercadillos.
También sufren una suspensión temporal de las actividades comerciales las grandes superficies y centros comerciales, salvo los espacios dedicados a alguna de las actividades mencionadas anteriormente.
El vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, admitió la dureza de las medidas que entrañan el cierre total de comercios y negocios, y reconoció la necesidad de “un gran plan de choque para que no tengamos una mortandad empresarial grande”.