Los drones ya son una alternativa al levantamiento topográfico tradicional en canteras y ya hay empresas que ofrecen este tipo de servicios. Los vehículos aéreos no tripulados (UAV´s) también conocidos como drones, pueden ser una herramienta excepcional para el control de explotaciones a cielo abierto de piedra, pudiendo obtenerse imágenes actualizadas del estado de la explotación a vista de pájaro.
Los trabajos de captación de imágenes a través de UAV’s en las canteras permiten obtener y procesar información de gran valor como el volumen de material total, stock almacenado, cartografía, volúmenes de materiales aunque las posibilidades pueden ser infinitas y adaptadas a las necesidades de cada explotación mediante el desarrollo de un software a medida.
Mediante un programa de diseño normalmente se realiza una planificación del área que se quiere cubrir, las veces que es necesario pasar por la zona que hay que sobre volar con el dron, etc. El vuelo se realiza según la planificación efectuada y una vez finalizado se descargan todas las imágenes y se etiquetan para poder realizar su procesado con el programa adecuado por los especialistas.
Una vez descargados los puntos de control y los fotogramas se realizan las orientaciones relativas y absolutas mediante los programas adecuados. Se incorporan los puntos de control en campo (GCP) y se procede a la restitución y creación de ortofotografía.
Con este tipo de servicio esta forma es posible calcular el volumen de material extraído en un periodo concreto. La ruta realizada por el UAV puede ser repetida cada cierto periodo de tiempo y así controlar el estado de la explotación y su evolución.
En España todavía no hay demasiadas empresas especializadas en teledetección con aplicaciones para explotaciones de piedra natural, sin embargo compañías como Grupo Acre han comenzado a comercializar este tipo de servicios. Esta firma con sede central en Toleda ha realizado la cartografía y cubicación de una cantera de extracción de diatomita con el UAV de Ala Fija Sirius I de Mavinci.
«La primera dificultad que se presenta es que debido al color blanco de los materiales, es más difícil localizar los puntos homólogos necesarios para enlazar las imágenes y completar el proceso fotogramétrico con éxito», afirman en Grupo Acre.
El trabajo de campo se desarrolló durante una mañana de trabajo, donde se colocaron 10 puntos de control en campo (GCP) para dotar al trabajo de consistencia geométrica y georeferenciación. También se midieron puntos de relleno que servirán para comprobar las precisiones.
La obtención de las imágenes se realizó mediante el uav de ala fija Mavinci Sirius I. El vuelo duró poco más de 20 minutos, obteniéndose 523 imágenes con una cobertura de área de 58 ha con un GSD (tamaño del píxel en el terreno) medio de 6cm.
El procesamiento se realizó con el software Pix4Dmapper, y tras un tiempo de cálculo de aproximadamente 6 horas,se obtuvieron unos resultados altamente satisfactorios.
Los sistemas no tripulados, asociados utilizados en combinación con softwares fotogramétricos profesionales suponen una alternativa al levantamiento topográfico tradicional para levantamientos zonas muy extensas y son una herramienta más precisa y económica que otras técnicas tradicionales como fotogrametría o Lidar aerotransportado en naves tripuladas.