Los trabajadores de la pizarrera Irosa, en el municipio ourensano de Carballeda de Valdeorras, han recibido la comunicación de que el próximo 29 de noviembre se procederá al desahucio de sus instalaciones, que ya adelantan que tratarán de impedir.
En declaraciones a Europa Press, Paco Moral, de CIG-Valdeorras, ya ha avanzado que intentarán parar este segundo desahucio. Con todo, espera que se encuentre una solución, «sea por vía judicial o administrativa» y que no haya que llegar a esa situación.
Además, el representante sindical ha asegurado que las movilizaciones para tratar de paralizar el desahucio de la pizarrera no se detendrán, aunque por el momento no se ha concretado cuál será la siguiente.
El pasado viernes, miles de personas salieron a las calles de O Barco de Valdeorras para apoyar a los trabajadores de Irosa y de Samaca, empresas sobre las que este martes se ejecutó una orden de desahucio de los terrenos que ocupan desde hace años y que la justicia considera que pertenecen a la Junta de Montes en Mano Común de Portela y Trigal.
Ante esta situación el Clúster da Pizarra de Galicia ha valorado la «amplia movilización» y ha agradecido a los principales agentes políticos, sociales y económicos de la comarca, y de toda la provincia, «su implicación para intentar mantener el empleo ligado al sector».
Irosa y Samaca han venido a mostrar su agradecimiento a las miles de personas que se manifestaron el viernes por la tarde en el Barco de Valdeorras a favor de mantener su actividad y empleo. «Tras la situación provocada por la decisión judicial de proceder al desalojo del terreno donde están construidas sus instalaciones, la empresa lamenta que este conflicto auspiciado por la Junta de Montes en mano común de Portela y Trigal pueda dejar sin trabajo a más de 300 personas lastrando la economía de la región», dicen en el texto.
Asimismo, desde Irosa y Samaca afirman que la «movilización social lograda y los mensajes de apoyo recibidos desde distintos puntos de Galicia y España tanto de personas anónimas como de representantes de todos los colores políticos y agentes sociales y económicos de diversa índole supusieron una inyección de estímulo. El clamor popular, en una movilización masiva con pocos precedentes en la zona, nos da razón frente a quienes quieren destruir la economía de la región en base a intereses espurios y personales”, añaden desde la entidad. «Lucharemos para poder restablecer nuestra actividad lo antes posible», afirman.
