El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del diseño y puesta en marcha del futuro Plan territorial de Transición Justa para las provincias de Almería y Córdoba, que prepara la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades. Entre ambos se prevé la creación y mantenimiento de 10.100 empleos.
Este instrumento de planificación, que tiene como objetivo compensar los costes socioeconómicos, laborales y medioambientales que la descarbonización de la economía y la neutralidad climática impuestas por la UE tendrán para sus comarcas, estará listo en este ejercicio 2022, una vez sea validado por la Comisión Europea.
El programa se nutrirá del Fondo de Transición Justa de la Unión Europea, que cuenta con 17.500 millones de euros para brindar apoyo a aquellas regiones comunitarias que dependen en gran medida de los combustibles fósiles o de industrias generadoras de efecto invernadero y, por tanto, se ven más afectadas por las directrices europeas de transición ecológica.
De ese instrumento comunitario se le ha asignado a España 868,7 millones, de los que 153,6 millones corresponden a Andalucía, que se articularán a través de planes territoriales de Transición Justa. La Junta, que será la responsable de la gestión de los recursos asignados a la comunidad, ya ha remitido al Gobierno central las propuestas contenidas en este documento dirigido a la provincia.
Plan de Almería
Entre las regiones susceptibles de beneficiarse de las ayudas, la Comisión Europea, en su informe del Semestre Europeo 2020 para España, ya identificaba a la provincia de Almería como destino preferente de intervención.
El programa territorial almeriense estará dotado con 51,8 millones de euros e identifica como sectores especialmente afectados por la transición las actividades de producción cementera, la de piedra natural y el mármol, la agricultura de alta productividad, así como las instalaciones industriales de transporte, logística y almacenamiento, sobre todo las relacionadas con los puertos de Carboneras y Almería.
En la provincia se cuantifican 20.000 trabajadores industriales, de los que unos 5.000 están ligados al carbón, al cemento y al mármol y piedra natural. Precisamente, en este sector se presentan importantes retos de sostenibilidad ambiental, economía circular y modernización, incluyéndose inversiones en regeneración y rehabilitación de terrenos, preservando la identidad de las comunidades mineras, salvaguardando y reforzando el patrimonio minero material e inmaterial, incluida su cultura.
La provincia dispone de otras oportunidades de desarrollo económico vinculadas a la industria agroalimentaria, como la automatización de invernaderos, la construcción industrializada, la industria extractiva no energética (piedra natural y mármol), o el desarrollo de actividades turísticas, de la naturaleza o culturales. De igual modo, se identifican potencialidades en el área de las energías alternativas (solar e hidrógeno verde) y captación y uso de CO2, en la economía circular (cadena de valor de la biomasa agrícola, biocombustibles y subproductos plásticos invernaderos) y en la descarbonización del transporte.
El Plan territorial de Transición Justa de Almería considera relevante el apoyo mediante incentivos a las grandes firmas o pymes interesadas en realizar inversiones productivas. También apuesta por fomentar el papel tractor de la industria, por el desarrollo industrial y logístico, así como por la creación, atracción o localización de empresas en la provincia almeriense.
El documento incluye propuestas que ahondan en las sinergias entre empresas y entornos colaborativos. Otras acciones contempladas apuntan a la ruta hipocarbónica del cemento. El fomento de proyectos de investigación, innovación o desarrollo tecnológico, así como la mejora de espacios productivos y empresariales son otras de las líneas de trabajo apuntadas.