Madrid tiene en marcha varios grandes desarrollos urbanísticos que permitirán construir más de 150.000 viviendas en los próximos años. Es el mayor volumen de actividad residencial que afronta la región en su historia debido fundamentalmente al desbloqueo de la conocida como Estrategia del Sureste, Madrid Nuevo Norte y otras operaciones como Valgrande en Alcobendas y Arpo en Pozuelo de Alarcón.
Estos nuevos proyectos abren un enorme negocio para los promotores, y para todos los segmentos auxiliares fabricantes y distribuidores de materiales, como marmolerías y tiendas de cocina. La incógnita es cómo se absorberá esa gigantesca nueva oferta y, además, los expertos esperan que pueda ayudar a aliviar la tensión en los precios por la actual fuerte demanda.
En las 10 mayores operaciones urbanísticas está previsto que se levanten alrededor de 150.400 casas, según los datos recopilados por Cinco Días. Madrid Nuevo Norte, la anteriormente conocida como Operación Chamartín, ha sido la última en sumarse a la lista, después de que a finales de julio la Comunidad de Madrid, el ayuntamiento de la capital, ADIF y la promotora Distrito Castellana Norte firmaran el convenio de infraestructuras que marca el arranque para la urbanización. En esta iniciativa están previstas alrededor de 10.500 viviendas, aunque su relevancia es aún mayor porque allí se construirá una nueva city de edificios de oficinas y se reformará la estación de Chamartín-Clara Campoamor como nuevo nudo de la alta velocidad ferroviaria.
Daniel Cuervo, secretario general de la patronal de promotores madrileños Asprima, señala que estos nuevos desarrollos otorgan una oportunidad de crear una bolsa que comience a solucionar el problema de escasez y el desequilibrio entre oferta y demanda. “Hay que tener en cuenta que, al aumentar la oferta residencial, puede ayudar a disminuir la presión sobre zonas que actualmente, por la falta de oferta, cuentan con precios más elevados”.
Samuel Población, director de residencial de la consultora CBRE, afirma de forma coincidente que para una región como la madrileña supone un “balón de oxígeno” el poder desarrollar esa cantidad de viviendas en los próximos cinco a 15 años. “La demanda es y se prevé superior a la oferta disponible. A día de hoy prácticamente no hay suelo finalista disponible y es una necesidad imperiosa igualmente para no tensionar los precios finales del producto terminado”, asevera.
La gran bolsa de suelo a activar se concentra en los nuevos cinco barrios de la Estrategia del Sureste en la capital, donde están diseñadas más de 115.000 casas. Se trata de Valdecarros (que ofrece casi la mitad del conjunto, con alrededor de 51.000 viviendas); Los Berrocales (22.000); Los Ahijones (16.500); Los Cerros (14.200) y El Cañaveral (14.000). Serán precisamente estos nuevos barrios más allá de la M-40 los que están previstos que salgan al mercado con precios menores.