La reapertura de la Catedral de Notre-Dame de París, tras la finalización de la restauración tras el incendio de abril de 2019, en diciembre del año pasado se hizo con luz y taquígrafos. Estuvieron dignatarios internacionales y jefes de Estado y además se retransmisión en los principales canales internacionales.
Durante cinco años, la restauración de la catedral movilizó a 1.300 artesanos, canteros, ingenieros y arquitectos. El coste del proyecto, estimado en 700 millones de euros, se cubrió íntegramente con donaciones de todo el mundo: en total se recaudaron 846 millones de euros de 340.000 donantes de 150 países. El pavimento exterior, muy dañado por el incendio, fue sustituido íntegramente por un pavimento de piedra de Borgoña (“Comblanchien”).
Beneficiada de una Indicación Geográfica, esta piedra hoy adorna la fachada del edificio de la Calle 62 en Nueva York, el Museo del Louvre, la Fundación Louis Vuitton y el Centro Financiero de Taipei en Taiwán.
La asociación Pierre de Bourgogne ha querido poner en valor el material y trabaja en poner en contacto a directores de proyectos, arquitectos y jefes de obra con artesanos y empresas especializadas que representan a todos los oficios de la industria de la piedra: canteros, artesanos, canteros y escultores.