Sol Madridejos (Madrid, 1958) y Juan Carlos Sancho Osinaga (San Sebastián, 1957) conforman el equipo del estudio madrileño de arquitectura S.M.A.O. Ambos son Arquitectos por la ETS Arquitectura de Madrid y cuentan con una prolífica trayectoria con repercusión no solo a nivel nacional, sino también internacional cosechando varios premios entre los que destacan el premio a la mejor obra de nueva planta de los Premios Antológicos de Arquitectura Contemporánea de Castilla-La Mancha por su Capilla en Valleacerón. Focus Piedra habla con Sol Madridejos para conocer su visión de los retos de los profesionales de la arquitectura y su valoración sobre los materiales pétreos.
Ha afirmado que todos los arquitectos van a sr emigrantes de un modo u otro. ¿Cómo gestiona su estudio los proyectos internacionales?
No creo que necesariamente todos los arquitectos deban ser emigrantes. Depende de cada caso y situación. Lo que ocurre es que en los últimos años el mercado ha cambiado mucho, hay opciones y posibilidades de trabajo en cualquier lugar del mundo y la necesidad de arquitectura no siempre se produce en nuestro entorno inmediato. Actualmente hay países que tienen una necesidad urgente de resolver ciertos problemas de crecimiento o transformación a los que los arquitectos podemos dar respuesta, países que demandan arquitectos para dar soluciones, para pensar sobre las ciudades, generar ideas y proponer alternativas. Y esta demanda hoy en día no se produce tanto en España, aunque aún quede mucho por hacer en este país.
En nuestro estudio nos planteamos los proyectos internacionales como una posibilidad de dar respuesta a condicionantes nuevos y a nuevas situaciones a menudo complejas. Nos interesa trabajar gestionando cada caso específico, tratando de aportar nuestra visión desde fuera, para realizar un proyecto a medida, que tenga en cuenta las particularidades de cada país, de su cultura, de su manera de vivir. Nuestra formación nos permite entender situaciones nuevas, realizar un diagnóstico y aportar una solución concreta con más base y criterio que los arquitectos de algunos de otros países, en los que la formación y la experiencia de los arquitectos no es tan amplia y diversa.
¿Cuál sería la infraestructura mínima para poder firmar proyectos fuera de España y cuáles serían las tres reglas de oro para hacerlo?
La infraestructura necesaria para firmar proyectos fuera de España depende de la escala y complejidad del proyecto y del país de que se trate. Para realizar proyectos de cierta envergadura, se requiere un tamaño que no es común en la mayoría de los estudios españoles. Es habitual competir con oficinas de grandes dimensiones, que ofrecen unos medios muy superiores a los que estamos acostumbrados en España. En este caso una solución es unirse con otros estudios y casi siempre colaborar con arquitectos del país. Frente a las grandes oficinas nuestro modelo ofrece la ventaja de una atención más directa y personalizada, en los que los propios arquitectos (socios principales) atienden al cliente y toman decisiones, ya que se involucran directamente en cada proyecto. Este modelo es valorado en algunos países, cuando se trata de abordar un proyecto singular, hecho a la medida. Creo que esto es una baza importante que no deberíamos perder.
¿De qué errores ha aprendido en los últimos proyectos que ha realizado?
De todos los proyectos se aprende maneras nuevas de trabajo y nuevos procesos que repercuten en la mejora de los siguientes trabajos, pero también es cierto que en cada ocasión el marco de trabajo puede variar y quizá uno de los factores más importantes sea la flexibilidad y la capacidad de adaptación.
Los tres materiales que más han utilizado han sido el hormigón blanco, la piedra y el vidrio. ¿Cuáles diría que son los puntos fuertes y débiles de cada uno de ellos?
Cada uno de los materiales responde de manera más precisa y coherente a cada proyecto concreto, desde las ideas iniciales hasta la solución específica de los detalles y su materialidad. Hemos utilizado cada uno de ellos en función de expresar el lenguaje propio de cada proyecto y de cada lugar. Los puntos fuertes y débiles de cada material dependen de su utilización adecuada en cada caso.
El bajo coste de mantenimiento de un edificio en pro de la sostenibilidad constructiva, ¿es una realidad?
En los países avanzados la sostenibilidad se basa en el alto nivel de mantenimiento de un edificio, como ocurre con un coche o con un avión. A mejor mantenimiento, menor gasto de energía y mayor durabilidad de la construcción.
Siendo España el octavo producto de piedra natural del mundo y el primero en pizarra, ¿cree que hay un buen conocimiento sobre variedades, aplicaciones y acabados?
Creo que hay suficientes posibilidades de acceso al conocimiento de la piedra, por tanto si un arquitecto tiene interés en el material puede informarse y estudiar sus posibilidades.
¿Está condicionado el arquitecto a ser flexible en la elección de los materiales pétreos por razones de coste?
En algunos proyectos el coste puede ser un condicionante que impida utilizar determinados materiales pétreos. En España generalmente se trabaja con presupuestos bastante limitados, que en ciertos casos impiden la utilización de la piedra con las dimensiones, grosores y sistemas que sirven deseables.
¿Qué criterios siguen de forma habitual para la elección de piedra natural para un proyecto?
Como para la elección de cualquier material la decisión surge de la coherencia con las intenciones del proyecto, de las condiciones del lugar y del lenguaje utilizado, además de las posibilidades de presupuesto.
¿Cree que no prescribir un material pétreo especifico puede desencadenar patologías o problemas de colocación?
Debe existir un control suficiente en obra y ser el arquitecto quien elija y dé el visto a todos los materiales que se coloquen en el edifico. En todo caso es siempre preferible definir el material y su sistema de colocación desde el proyecto. Cada país es diferente en este aspecto, ya que el arquitecto no tiene siempre la misma responsabilidad ni las mismas funciones.
¿Cuáles cree que son los grandes retos para los profesionales de la arquitectura en un medio plazo?
Para los arquitectos españoles el primer reto es volver a trabajar en España, donde queda muchísimo por hacer, desde la sensatez y la buena arquitectura. Y al mismo tiempo conseguir recuperar una arquitectura de calidad y elevar el nivel medio de la construcción en España. Es fundamental para el futuro de la calidad de vida en nuestras ciudades restaurar el prestigio y la confianza en los arquitectos y ser capaces de transmitir a los ciudadanos y a los políticos las ventajas de exigir y promocionar un alto nivel en la arquitectura y en la construcción.
Sería deseable una mayor cultura por parte de la sociedad, que se refleje, entre otras cosas, en un buen mantenimiento de los edificios y una exigencia de calidad en los materiales, en los espacios, en el respeto por el entorno, por el patrimonio y por las ciudades.
Cuando un estudio alcanza cierta popularidad ¿deja de ser accesible para clientes pequeños o particulares?
Depende de cada caso, pero creo que en general cualquier estudio de arquitectura es asequible a todo tipo de cliente que tenga interés en un buen proyecto. Considero que cualquier cliente debe saber que el arquitecto les puede dar soluciones que mejoren la calidad del espacio en el que viven y que pueden optar siempre a disfrutar de buena arquitectura sin incremento de coste en el total de la operación.
¿En qué proyecto están trabajando ahora y qué características tiene?
En estos momentos estamos trabajando en un proyecto de una Escuela de Negocios en Madrid. Se trata de un proyecto hecho a la medida de unas necesidades muy específicas. También estamos construyendo un Edificio de Emprendedores en Segovia, un proyecto que forma parte del Centro de Arte y Tecnología de Segovia. Además, habitualmente participamos en concursos nacionales e internacionales.
¿Cómo cree que debería reenfocarse la profesión de arquitecto?
Creo que la profesión de arquitecto siempre debe enfocarse a la construcción de la mejor arquitectura, a la mejora de nuestras ciudades y de los espacios en los que vivimos. En estos momentos necesitamos especialmente exigir siempre una arquitectura de calidad y una arquitectura que perdure.
Frente a la construcción especulativa y de bajo nivel que en muchos casos se ha producido en los últimos años y se sigue produciendo hoy en día, defendemos la necesidad de demandar una arquitectura responsable y sostenible en el tiempo que sea capaz de perdurar.
Para ello no sólo deben involucrarse los arquitectos encargados de redactar el proyecto, también los usuarios, los promotores, los políticos y toda la sociedad en su conjunto. Es bueno que haya arquitectos en todos los ámbitos de la sociedad y no sólo en los estudios de arquitectura.
