La empresa americana Allen Monument Company elabora las primeras lápidas en las que graba códigos QR a través de los cuales es posible leer la biografía del difunto, ver vídeos,etc. Un pequeño minichip pegado en la lápida permite que cuando alguien desde un terminal móvil lee el código, pueda acceder a mucha información sobre el fallecido: fotografías, biografía, audio etc.