La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Córdoba ha propuesto modificar la ordenación del Casco Histórico para deja de utilizar el granito que lleva décadas usándose de forma masiva en las obras públicas en esta parte de la ciudad. Se trata de una cuestión que ha sido señalada en múltiples ocasiones y que la Gerencia advierte que está teniendo un efecto realmente potente en las temperaturas de la ciudad.
La propuesta aparece en un informe del gerente de Urbanismo, Emilio García, que ha sido repartido en la última sesión de la Comisión de Movilidad. Consiste en unas líneas a trazar con el objetivo de empezar a redactar un nuevo plan de esta finalidad del Casco Histórico que vaya más allá de las meras cuestiones del tráfico, el aparcamiento o los carriles bici.
Acumuladores de calor
El informe cita un libro publicado en los años noventa -«Clima, medioambiente y urbanismo en Córdoba», del profesor de la UCO, Pedro Domínguez Bascón, en el que se explica que los pavimentos que se emplean en las ciudades «se caracterizan por su escaso poder de reflexión lo que significa que son extraordinarios acumuladores de calor». El granito tiene una particularidad. Es el único material que supera los sesenta grados expuesto al sol, llega a los 64.
La misma fuente, dice el informe, ofrece algunas alternativas. Por ejemplo, la caliza y el empedrado con cemento alcanzan una temperatura al sol 20 grados más baja que el granito, llegando a un tope de 45 grados. Las superficies lisas de granito empezaron a usarse masivamente en los años noventa porque los técnicos entendían que era una opción duradera y de mantenimiento sencillo.
El informe de Urbanismo habla de potenciar las plantas y el agua para luchar contra el calor.
El informe del gerente establece una auténtica novedad con respecto a lo que se está haciendo: usar plantas y agua. El directivo asegura que el uso de vegetación no ha de incluirse en las ordenanzas locales como elemento de regulación bioclimática. Afirma que una de las mejores formas de tener las casas frescas es colocar árboles y plantas ante las fachadas. Los informes técnicos dicen que un espacio se considera confortable cuando «presenta obstrucción a la radicación solar superior al 30 por ciento de su superficie en las horas de mayor soleamiento para conseguir un potenciar mínimo de 50 por ciento de horas útiles de confort al día».
Fuente: ABC Córdoba.
