El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig y el presidente de la región italiana Emilia-Romagna (Italia), Stefano Bonaccini han acordado trasladar a la Comisión Europea la petición de flexibilizar la transición energética del sector cerámico.
Así lo ha comunicado el presidente tras mantener una reunión por videoconferencia con su homólogo italiano, y con el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, a la que también ha asistido el secretario autonómico para la Unión Europea y Relaciones Externas, Joan Calabuig.
Ambos presidentes han asegurado que dirigirán esta reivindicación del sector a las autoridades europeas puesto que se trata de una «justa demanda» que contribuirá a hacer posible una transición energética «sin poner en peligro la viabilidad de las empresas».
En este sentido han acordado dirigirse al Comité de las Regiones y a la Comisión Europea a través de un escrito conjunto, al tiempo que solicitarán una reunión con el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, para explicarle la situación y buscar las fórmulas para conseguir que la industria azulejera acometa la transición, «garantizando la continuidad de un sector tan relevante para la economía de las dos regiones y el empleo de decenas de miles de personas en Europa».
Los dos presidentes han acordado también que, en cuanto sea posible por la situación sanitaria, delegaciones empresariales e institucionales de ambas regiones realicen visitas oficiales a cada uno de los dos países para reforzar la colaboración que mantienen en el sector cerámico.
Cabe recordar que la Comunitat Valenciana y Emilia-Romagna son las dos regiones de mayor producción cerámica de Europa, industria que debe afrontar los objetivos de la Comisión Europea de reducir las emisiones de CO2 en los próximos años.
El jefe del Consell ha valorado el compromiso conjunto de ambas regiones y de las organizaciones empresariales del sector cerámico por «asegurar» una transición energética «basada en la innovación y la búsqueda de alternativas tecnológicas viables en el menor tiempo posible», pero ha incidido en la necesidad de flexibilizar las exigencias de disponibilidad de una tecnología «madura, viable y disponible, que haga posible el cambio».
Transparencia y adaptabilidad
Durante su intervención, el president también ha destacado que la industria cerámica ha demostrado, a lo largo del tiempo, su decidido compromiso con la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, realizando, en las dos últimas décadas, importantísimas inversiones orientadas a la eficiencia energética, y una reducción de emisiones llevada hasta el límite de las posibilidades tecnológicas hoy existentes.
Sin embargo, ha incidido en la necesidad de que los criterios del Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS) sean aplicados «con transparencia, impidiendo la especulación y evitando que se conviertan en un obstáculo para las necesarias inversiones del sector en la transición energética, la creación de empleo y la competitividad».
En este sentido, ha reivindicado que la asignación de derechos de emisión gratuitos «se extienda en el tiempo y adapte su intensidad», para permitir al sector seguir avanzando en sus compromisos de descarbonización.
Por último, el presidente ha recordado la colaboración que ambas regiones han mantenido a lo largo de las últimas tres décadas, tanto en el ámbito institucional, como en el universitario o de las distintas expresiones de la sociedad civil, valorando la «vocación europea y europeísta» de las dos instituciones.
Regiones más importantes
Por su parte el secretario autonómico para la Unión Europea y Relaciones Externas, Joan Calabuig, ha destacado que las dos regiones más importantes de Europa en producción cerámica trabajarán conjuntamente «para defender este sector que está sometido a una presión importante en estos momentos», debido a la transición energética que deben realizar.
Calabuig ha asegurado que el sector cerámico «ha hecho un gran esfuerzo» por reducir sus emisiones de CO2 durante las dos últimas décadas, pero «ha llegado hasta el límite en la tecnología disponible ahora» y, por lo tanto, «necesita el apoyo de las instituciones para dar el salto siguiente a la descarbonización total».
Para el secretario autonómico, «se trata de una industria fundamental que no solo es importante en la Comunitat Valenciana, sino que es una industria muy potente en Europa y que ha de tener futuro». En este sentido, ha señalado la necesidad de que «se le permita continuar avanzando en el esfuerzo, que lleva realizando desde hace 20 años, por lograr la descarbonización y alcanzar un futuro más limpio y viable».
