La conocida empresa cerámica Ceracasa, con sede en l’Alcora, Castellón, afronta un duro escenario económico y planea presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que podría resultar en la extinción de alrededor del 80% de su plantilla actual, compuesta por aproximadamente un centenar de trabajadores.
Esta decisión implicaría que la firma reduzca su actividad al mínimo necesario, manteniendo únicamente a un pequeño porcentaje de empleados dedicados a cumplir contratos existentes y satisfacer la demanda en curso. La sección de producción sería una de las más afectadas por esta medida.
Para discutir esta situación con mayor detalle, se ha programado una reunión para este viernes con los representantes de los trabajadores. Según ha publicado el diario Mediterráneo, la dirección de Ceracasa había estado negociando la posible venta de la empresa como una estrategia para preservar la marca y los puestos de trabajo. A pesar de que ha habido interés por parte de inversores, hasta la fecha no se ha llegado a un acuerdo definitivo. La búsqueda de un comprador continúa, aunque no se puede garantizar la continuidad de la empresa con su nombre actual y su plantilla actual.
Ceracasa, con 39 años de historia, ha enfrentado una serie de desafíos en los últimos tiempos. Inicialmente, tuvo que lidiar con el aumento de los costos energéticos, especialmente en relación con el gas natural. Posteriormente, la situación se complicó debido a la guerra en Ucrania, que generó dificultades en la adquisición de arcilla procedente de ese país y aumentó los costos de las materias primas. Actualmente, la empresa se enfrenta a la crisis generalizada de la demanda que también afecta a competidores, como Italia.
Aunque Ceracasa no tiene una deuda financiera significativa, la incertidumbre en el sector ha llevado a que las entidades bancarias se muestren cautelosas a la hora de otorgar préstamos y condiciones favorables para la liquidez. Esta situación ha afectado la actividad de la empresa, ya que, según fuentes del sector, el acceso a financiamiento se ha vuelto más difícil en un momento en que las fuentes de financiamiento son escasas.
Este escenario se ha reflejado en medidas de apoyo gubernamentales, como la concesión de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 500 millones de euros en diciembre. Según la patronal cerámica Ascer, esta medida no ha tenido el efecto deseado, ya que la obtención de avales requiere previamente la obtención de crédito bancario, una tarea que se ha vuelto complicada debido a la falta de confianza de las entidades financieras.
A pesar de los retos que enfrenta Ceracasa, la empresa no está incluida en la lista de las 71 empresas de la provincia consideradas como «gasintensivas» para las que el Gobierno otorga ayudas directas. La posibilidad de acudir a la última edición de la feria Cersaie también está en duda en medio de este delicado panorama.