El adoquinado de la calle de Peña Herbosa de Santander -que permanecerá cerrada al tráfico rodado durante cinco meses- supondrá al municipio una inversión estimada en un principio en 750.000 euros y será de granito gallego, de color Rosa Porriño y similar al de la Plaza Porticada.
El arreglo de la calzada no supondrá que la calle se vaya a peatonalizar. Según el concejal de Infraestructuras, César Díaz, «la calle no se peatonaliza, que seguirán circulando coches, que continuarán los aparcamientos y que no se convertirá en una gran terraza permanente para los numerosos locales de hostelería de la zona», explicó el presidente de la Asociación de Vecinos Pombo-Cañadío-Ensanche,Ricardo Alea.
La peatonalización de la calle ha sido pedida en varias ocasiones por los hosteleros y rechazada otras tantas por los vecinos. «Vemos peligrar nuestro descanso y la tranquilidad. Ya bastante nos molestan a la hora del aperitivo y durante la noche y madrugada los clientes de los bares sin que los propietarios de los locales y el Ayuntamiento hagan algo, lo que sea, para conseguir que no nos molesten», explicó una veterana vecina de la calle, segunda generación de residentes en ella.
Se estima que la inversión necesaria para los trabajos será de 750.000 euros
La actuación municipal en Peña Herbosa forma parte de un trabajo de mejora más amplio de las redes de saneamiento que continuará por la calle de Lope de Vega, aunque en esta vía el cambio de tuberías se realizará cuando se aborde la gran obra de instalación de rampas por la acera Oeste, para lo que será necesario levantar la calzada y eliminar parte de los aparcamientos. La obra enLope de Vega se desarrollará el año que viene.
En cuanto a los trabajos en la calle de Peña Herbosa se iniciarán pasado el verano. Los vecinos consultados están satisfechos de que se vaya a mejorar el adoquinado «que está hundido en algunas zonas porque se han ido haciendo reparaciones cuando era necesario mejorar las tuberías y se ha dejado en bastante mal estado». «Es necesario que se mejore la calle, es muy céntrica y por aquí pasan muchos turistas», explica un comerciante. «Hace unos quince años que se cambiaron todas las baldosas de las aceras», recalca otra vecina. «Árboles hemos tenido toda la vida, así como muchos comercios. Hoy no queda nada de lo antiguo, como las recordadas tiendas de comestibles», acaba.
Los trabajos servirán para sustituir la vieja red de saneamiento de la calle, que, como las de la zona (Bonifaz, Ataúlfo Argenta, Lope de Vega, Daoiz y Velarde…), está construida a base de bóvedas de ladrillo macizo, propio de finales del XIXy principios del XX, cuando se construyó esta parte del Ensanche de Santander. Las viejas conducciones de saneamiento y abastecimiento serán sustituidas por otras de material pvc de 500 y 315 milímetros de diámetro, y también será mejorado el drenaje de la calle.
Los vecinos de la zona piden una actuación de más alcance, como la mejora de la limpieza y de las luminarias «porque esta zona de la ciudad está fatal», dice Alea. «En la última reunión que hemos mantenido como asociación de vecinos hace tres semanas con la alcaldesa Gema Igual y los concejales de Seguridad Ciudadana (Pedro Nalda) y de Barrios (Carmen Ruiz) explicamos que es necesaria más seguridad, porque la cantidad de bares y locales de hostelería en el Ensanche está perjudicando mucho la vida y la convivencia», expone. «Esta era una vía muy castiza, parte del entorno del Puertochico de pescadores. Ahora ha cambiado mucho», dice una veterana. «En algunos pisos altos la presión del agua es defectuosa y en la peluquería también tienen problemas», acaba.
