La empresa almeriense Cuellar Stone asombró al mundo con una escultura de torso de caballo de más de 7 metros fabricado en mármol. Un proyecto que diseñó para el Pabellón Visión, el espacio mejor valorado por los visitantes de toda la Expo Dubai 2020. El proceso de fabricación de este complejo proyecto duró seis meses y supuso la implicación de 18 personas y dos máquinas del fabricante GMM. Hablamos con Francisco Martínez Cruz, managing director de Cuéllar Stone para profundizar en los entresijos de este laborioso y exigente proyecto.
El espacio fue diseñado por la empresa sevillana Icaria Atelier y encargado por la propia dirección de la Expo como homenaje a la visión, los valores y el liderazgo del jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente y primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubái.
“El proceso se inició con la solución al diseño original para poder ser plasmada en mármol. Una vez definido el diseño, se pasó al despiece de la escultura y a configurar el orden de montaje de las piezas para mantener siempre los pesos bien repartidos en la estructura. Posteriormente, nos desplazamos a la cantera para elegir los bloques y traerlos a fábrica”. Cuando el material estaba en las instalaciones de Cuéllar, comenzó el proceso de corte y tallado de cada una de estas 41 piezas.
Cuéllar Stone cuenta con cuatro máquinas GMM: una cortadora CNC Axia, dos Zeda 1300 y una cortadora cnc de cinco ejes Egil. Las dos máquinas que utilizaron para este proyecto han sido las molduradoras automáticas cnc ZEDA 1300 CN2.
“Las dos máquinas Zeda son muy adecuadas para este tipo de proyectos con un software preciso y muy fácil de manejar”, destaca Martínez.
La molduradora automática cnc ZEDA 1300 CN2. permite realizar programaciones paramétricas, cortes de cad,
contorneado, perfiles y formas, perforación, bajorrelieve, trenzas, escritura etc. y puede ser integrada con diferentes funciones entre las cuales, fotografías de la tabla con cámara digital.
“Una vez finalizado el proceso de corte, se premontó en fábrica la escultura y se repasaron los últimos detalles por nuestros artesanos. Cuestiones como ojos, venas, etc. Posteriormente, se desmontó y se envió a Dubái donde nuestros maestros artesanos procedieron a su instalación final”, detalla Francisco.
Para Cuéllar Stone, en palabras de su director general, el proceso de este proyecto ha sido “muy desafiante”. Pone el acento en el diseño de la estructura que cuenta con muchas piezas voladas de las 41 que componen la escultura. Subraya, asimismo, la dificultad de la instalación dado que algunas piezas pesaban más de 2 toneladas. “Tenemos también que resaltar que la escultura fue premontada en fabrica con la consiguiente dificultad de montar, desmontar y montar otra vez en obra”.
El tiempo necesario para la elaboración e instalación de la escultura fue de 6 meses y el número de personas que han contribuido a la realización del trabajo entre técnicos, operarios y maestros artesanos fue de 18 personas.