Las tiendas de cocina fueron uno de los primeros establecimientos que tuvieron que cerrar sus puertas tras la declaración del estado de alarma ocasionado por la pandemia del coronavirus. Todas ellas pasaron de levantar la persiana todos los días a tener que reorganizarse para comenzar a trabajar desde casa utilizando herramientas en la nube o Skype. Hablamos con responsables de tres tiendas de diferentes provincias para conocer cómo están viviendo este periodo de confinamiento.
Alberto Polo es el responsable de marketing y comunicación de Línea 3 Cocinas, una de las tiendas de referencia en Madrid.
Esta enseña ha tenido que reorganizarse casi de un día para otro para poder teletrabajar. “Hemos dividido el trabajo en varios equipos. Uno se centra en seguir diseñando y atendiendo clientes online como veníamos haciendo hasta ahora, y otro se está centrando en llevar a cabo algunos cambios en la empresa que teníamos pensados para más adelante como renovar la página web y nuevas soluciones de diseño”, explica Alberto.
La adaptación afirma que ha sido buena y que no han tenido dificultades. “Estamos trabajando muy bien aunque se echa de menos el contacto diario con los compañeros. Quizá esa espontaneidad a la hora de que surjan nuevas ideas es el mayor inconveniente”, subraya.
A pesar de la situación de confinamiento la tienda sigue recibiendo consultas y dudas, relacionadas con cuestiones de diseño. “Todo el mundo entiende la situación actual y no hay ningún tipo de presión a la hora de marcar tiempos futuros sobre montajes”.
El flujo de trabajo en los últimos días se ha reducido de forma importante. En el caso de Línea 3 Cocinas, durante los primeros días en torno a un 12%. “Sin embargo ahora la actividad está volviendo a la normalidad y en los últimos días hemos tenido un incremento de peticiones a través de nuestra página web. Somos una empresa muy activa en redes sociales y por eso en estos momentos estamos bien situados”.
Aitor Bermúdez es uno de los socios, junto a su hermano Gorka, de la tienda Kitchen Sukaldeak de Bilbao. Llevan ya días gestionando todo el trabajo pendiente desde casa. “Podemos ir avanzando desde proyectos, presupuestos, consultas de los clientes, porque con las facilidades tecnológicas que hay hoy en día es posible”.
La principal dificultad para ellos es no tener un contacto directo con el cliente. “Para nosotros es imprescindible, el trato presencial en un comercio como el nuestro es importantísimo”.
La mayoría de los clientes están centrando sus consultar en concretar los últimos detalles de sus cocinas para poder realizar el pedido. Aún así, Kitchen Sukaldeak ha visto reducidas las peticiones de presupuesto en un 80%. “Lo importante ahora es superar este momento que estamos viviendo, porque estoy seguro de que saldremos de esta como hemos salido de otras crisis. Ahora toca pensar en la salud, familia y amig@s.”
Daniel Colino, responsable de Cocinas CJR, de León afirma que para ellos trabajar en remoto ha sido algo nuevo y a lo que han tenido que ir adaptándose sobre la marcha. “Hemos descubierto un montón de herramientas que nos han ayudado y hemos creamos una cuenta de Skype para todo el equipo».
Hasta hace muy poco realizaban una reunión grupal tres días a la semana para poner en común los proyectos que estaban en marcha y estaban en contacto telefónico permanente con todo el equipo.
Colino explica que no puede “gobernar el tiempo que se está trabajando”, así que asignan proyectos y establecen el tiempo medio que puede suponer la creación de cada uno de ellos confiando en la responsabilidad del equipo. “Cuento con toda la información en la nube lo me permite conocer con detalle la evolución de los proyectos”, explica. explica.
La gran dificultad a la que se enfrentan las tiendas de cocina es que es imposible vender por correo electrónico. “El sí quiero se da en la tienda por lo que hemos decido solicitar el ERTE”, confirma después de enviar muchos proyectos y ratificar que no se cerraba ninguno.
“El parón de peticiones es abrumador, en enero y febrero gestionamos 152 peticiones de personas interesadas en hacer una cocina. Estábamos en un momento dulce, en el mejor momento de la empresa. De ahí hemos pasado a 12 peticiones, de las cuáles solo 3 son de León”.
Daniel Colino dice que su cabeza solo piensa en cómo va a ser el día después. Un día después, que el sector de las tiendas de cocina, como tantos otros que permanecen cerrados, esperan que llegue cuanto antes.
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