CCOO de Industria Castilla y León justificó su rechazo al convenio colectivo firmado el pasado martes por el presidente de la Asociación de Pizarreros de Castilla y León (Apical), Eliseo López, y el responsable autonómico del sector minero de UGT, Jorge Diez. En un comunicado, subrayan que se sitúa “a la cola” de los convenios de España y habla de una patronal “intransigente, con una posición dictatorial para conseguir retrotraer derechos y pérdida de poder adquisitivo”.
El sindicato reclamaba una subida salarial anual del cinco por ciento para el bienio de vigencia del acuerdo, frente al tres por ciento pactado y una reducción de la jornada laboral en 26 horas hasta alcanzar las 1.800 anuales, además de incrementar los permisos retribuidos, un protocolo par adaptar los puestos y la carga de trabajo a la edad y circunstancias del personal y la obligatoriedad de pasar reconocimientos médicos sobre silicosis antes de abandonar la empresa.
En este apartado, CCOO recuerda que la provincia leonesa acaparó en 2019 un total de 41 casos -de los que el 80 por ciento son trabajadores en activo- de esta enfermedad de los 142 registrados en todo el país, cantidad que triplica a los del año anterior y que supera a los detectados en la minería del carbón. Añaden que el Instituto Nacional de Silicosis concluye que esta situación podría evitarse reforzando los esfuerzos en vigilancia de la salud.
El sindicato alude también a UGT, sin mencionarlo expresamente, para apuntar que “existe una connivencia absoluta con quien debería representar a los trabajadores y, sin embargo, se pliega a los intereses empresariales sin ningún pudor y defraudando, por tanto, los derechos y libertades de la clase trabajadora.
