Si hay una herramienta imprescindible en un taller o almacén de un marmolista es una pinza de elevación y transporte. Este accesorio además de evitarnos cargas innecesarias permite la movilización de grandes tablas o planchas sin que sufran roturas o desperfectos, y ubicándolas justo en el lugar donde vamos a trabajar con ellas, o almacenándolas para el siguiente trabajo. Maser como proveedor global para el sector de la piedra y la cerámica, conocedor de las necesidades que se demandan actualmente ofrece una amplia variedad de pinzas de elevación y transporte para resolver esta demanda.
Cada material tiene unas características como son el grosor, el color, el peso… Si no los tenemos en cuenta estos pueden sufrir un deterioro por una mala sujeción, precipitándose al suelo porque no agarren firmemente la piedra, o porque la goma dañe el color de la piedra. Todas las pinzas de elevación que Maser comercializa en diferentes tamaños, han sido fabricadas con una goma vulcanizada antideslizante blanca resistente a las variaciones de temperatura, perfecta para materiales claros. También disponible en negro, para tablas de colores oscuros. De diseño compacto, facilitan cualquier operación de forma sencilla y por una sola persona. Disponen de un alto nivel de agarre, sin deslizamiento con total seguridad para el operario. Además de disponer de un pestillo de seguridad que libera automáticamente la tabla una vez posada. Así hay 6 modelos de pinzas, en versión automática o manual, ajustándose a las características técnicas de cada taller.
En la versión manual, Maser comercializa tres modelos de pinzas de elevación gigantes de diferentes tamaños. La más pequeña es el modelo A-30, dispone de un rango de apertura de 10 a 30 milímetros, con una capacidad máxima de carga de 1.000 Kg. El segundo modelo, la A-50, de tamaño intermedio y una apertura de 10 a 50 mm, llega hasta los 1.300 kg de carga. Y por último, la pinza manual de mayor tamaño es la A-75, destinada a piezas de gran tamaño y peso puede abrirse entre los 30 y los 75 mm, resistiendo un peso de 1.500 kg. Todas estas pinzas de elevación manual, tiene la peculiaridad que el accionamiento de la carga y descarga del material es mediante palanca.
Pero si lo que queremos es que la liberación del material o el agarre sea más sencillo, los modelos automáticos ofrecen esa posibilidad con su accionamiento mediante botón. Para esta versión, la pinza de tamaño más reducido y especialmente pensada para materiales cerámicos es el modelo A-20 Auto, con un rango de apertura de 0 a 20 mm y una capacidad máxima de carga de 500 Kg, perfecta para los materiales más sensibles y finos.
El modelo A-50 también está disponible en versión automática, y cuenta con las mismas características que la versión manual. Y por último, Maser presenta su última incorporación el modelo A-60 Auto, con una apertura que va desde los 20 hasta los 60 mm, y una resistencia de carda de 1.500 Kg.
Todos estos modelos de pinzas de elevación y transporte cuentan con los certificados CE, que garantizan que los trabajos realizados se llevan a cabo bajo controles de calidad y seguridad.