El pasado 27 de Junio de 2014 tuvo luegar en el centro del Instituto Gallego de Seguridad y Salud Laboral (ISSGA) de Pontevedra, la Jornada Técnica «La Silicosis: un nuevo enfoque para abordar una vieja enfermedad» en donde el Instituto Nacional de Silicosis afirmó que en la última década, los casos de silicosis detectados en trabajadores del sector productivo de la pizarra se han multiplicado por diez. «Han pasado de los apenas cinco contabilizados en el 2004, a los «entre 40 y 50 de la actualidad».
Los técnicos también indicaron que ahora son más fecuentes los casos de silicosis en la pizarra que en la minería del carbón. «En cuanto al número de enfermos de silicosis, estamos en el peor momento», indicaba Javier Madera, responsable del departamento técnico del Instituto Nacional de la Silicosis. Junto a él se encontraba el coordinador para Castilla y León de esta entidad, José María Alonso, quien puso de manifiesto que ahora mismo «es más que notorio» el aumento de los casos vinculados al sílice que suelta la pizarra. Y además, y lo más preocupante de todo, es que según estos dos técnicos, además de los cincuenta casos conocidos en la pizarra, «hay más silicosis oculta». José María Alonso dijo que «la manipulación de la pizarra genera ya un riesgo intrínseco y tiene un contenido en sílice libre importante que es el causante de la enfermedad».
Consideran desde el Instituto Nacional de la Silicosis que las medidas de prevención se están aplicando pero también ha quedado patente que no son las óptimas. «Hay que buscar la optimización de esas cuestiones para poner coto a esta problemática y un cambio de tendencia», destacó Alonso.
En el debate estuvo el director general de Energía y Minas de la Junta, Ricardo González Mantero, quien dijo que sería necesario avanzar en cuestiones administrativas como la aplicación de coeficiente reductor para los trabajadores del sector, «con una planificación que incluya estas posibilidades». Aunque, finalmente dijo que la cuestión debería ser tratada en la Dirección General de Trabajo.
Por su parte, la directora del Instituto Gallego de Seguridad y Salud Laboral (ISSGA) opinó que “es importante implicar a la atención primaria en la comunicación de enfermedades profesionales, de manera que desde el sistema público de salud se puedan detectar enfermedades profesionales, con la colaboración y asistencia del ISSGA y las unidades de salud laboral de la inspección sanitaria”.
La directora añadió que, para establecer políticas preventivas y favorecer su eficacia, es preciso impulsar las herramientas y sistemas disponibles que permitan mejorar el conocimiento en materia de siniestralidad y su prevención y, en consecuencia, poder adoptar las decisiones apropiadas.
En este sentido, recordó que se está trabajando en el desarrollo de iniciativas para mejorar la declaración de las enfermedades profesionales, impulsar la investigación sobre salud laboral y la prevención de riesgos laborales y estudiar la epidemiología de las enfermedades profesionales tomando como base planes de actuación generales o sectoriales contra la siniestralidad.