La pandemia del coronavirus ha supuesto ya la muerte de casi 22.000 personas en España al cierre de esta información. Esta cifra ha desbordado todos los servicios funerarios y colapsado las incineraciones. Cementerios de Barcelona ya ha comunicado que no podrá incinerar a todos los muertos que les lleguen a los cuatro hornos crematorios de Montjuïc. El aumento de la mortalidad por el coronavirus ha disparado las peticiones de incineración hasta tal punto que la empresa municipal no da abasto y sitúa el límite en un máximo de 80 servicios por día.
En un contexto de paralización económica, el sector funerario no para de trabajar, pero los marmolistas dedicados a este segmento no están aumentando los pedidos como confirma a Focus Piedra, Noelia Abos, presidenta de la Asociación Española de Marmolistas del Arte Funerario (AEMAF). “Muchos cementerios están cerrados por lo que no podemos ir a medir ni a colocar. Hemos estado en contacto con la Federación de Municipios para intentar desbloquear la situación y que al menos como profesionales podamos acceder dos horas al día”. A esta iniciativa se ha sumado la de enviar una carta a todos los ayuntamientos solicitando autorización para permitir a los marmolistas el acceso a los cementerios.
Noelia es la gerente de la empresa Mármoles Artísticos de Aragón. Afirma que no tienen trabajo y que las pocas cosas que entran lo hacen a través de email y whatapp.
Al problema del cierre de cementerios en Zaragoza se suma que los marmolistas no pueden retirar las lápidas de la nave donde el enterrador las deja. “No nos dejan recoger las lápidas por lo que no podemos adelantar trabajo”, confirma.
Sus augurios no son nada optimistas. “El futuro tiene mala pinta. No sabemos qué va a hacer la gente con las cenizas ahora que va a pasar mucho tiempo hasta que las familias puedan inhumarlas”. A esta situación se suma que algunos almacenes de materiales no están sirviendo con la fluidez habitual, especialmente si se trata de un pedido pequeño y de una variedad de piedra un poco diferente.
Joseba Lander de Marmolería Basauri en Bizkaia ha visto aumentar los pedidos de arte funerario en un 20% en las últimas semanas. Hasta hace unos días, tampoco tenía la posibilidad de acceder a los cementerios, ahora explica que puede hacerlo en dos camposantos de la provincia.
En su caso la contratación del servicio de lápidas para nichos lo cierra directamente con el cliente final. “Aquí no trabajamos con funerarias. Estamos en contacto con el cliente y tenemos que realizar el trabajo mediante fotos y WhatsApp. Es más laborioso porque tenemos que hacerlo todo telemáticamente, pero no hay otra opción”·
En su empresa no solo no han modificado las tarifas pese al aumento de la demanda, sino que están dando facilidades a los clientes. “Muchos nos comentan que están en ERTE, al paro, de modo que les ofrecemos la posibilidad de hacer el pago en dos o tres veces”.
Lápidas Molina en Andújar (Jaén) vive en exclusiva de la fabricación de lápidas. En la provincia solo un 2% de los cementerios tienen un horario fijo que permite el acceso a profesionales.
“Está todo paralizado”, lamenta Juan Molina, responsable de colocación en la empresa. A pesar de que sigue acumulando los pedidos que le llegan a través de la compañía de seguros Santa Lucía, no puede dar salida a ningún trabajo. “Tenemos tres exposiciones y vendemos todo tratando directamente con el cliente. En nuestro caso es muy complicado hacerlo sin tratar personalmente con el comprador”, explica.
Mientras las funerarias siguen teniendo vía libre para acceder a los campos santos, el marmolista tiene que buscar un resquicio, en los casos en los que no depende directamente del alcalde, para poder acceder al cementerio para medir y posteriormente colocar.
El colapso de las incineraciones en Madrid ha empujado a muchas familias a volver a optar por el enterramiento y llevar a sus familiares al pueblo. “En Andújar cada vez tenemos más enterramientos, ahora las incineraciones son un 5%”, confirma Juan Molina.
Los marmolistas de Gijón están desde este lunes teniendo acceso al cementerio de la localidad. El ayuntamiento ha autorizado y dado facilidades para que los profesionales pueden acceder a medir y colocar las lápidas.
Algunos ayuntamientos de otras provincias han obrado en esta línea aunque de forma muy minoritaria y excepcional.
En un momento en el que la cifra de muertes en España por coronavirus es desorbitada y las funerarias está saturadas, el marmolista de arte funerario ve cómo la traba administrativa de no poder acceder al cementerio cercena su negocio.
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