Molorramo es un taller de Madrid que lleva en el negocio de elaboración de piedra natural desde 1986 con la asociación de cuatro compañeros de trabajo que decidieron formar su propia empresa. Están especializados en las encimeras de cocina aunque han comenzado a abrir el abanico de servicios. Hablamos con Emilio López, uno de los socios de la empresa para que nos cuente qué tendencias vislumbra en el campo de las encimeras de cocina, así como los productos y sistemas que mejor le funcionan en su trabajo.
El grueso de la facturación de su empresa corresponde a la fabricación de encimeras. ¿Cuál está siendo la evolución de las ventas este 2016?
La actividad principal es la fabricación de encimeras de cocina. No obstante, va aumentando paulatinamente la venta de otras opciones como baños, revestimientos, solados y trabajos de decoración con materiales y cortes muy exclusivos.
¿Qué cambios ha percibido en las empresas marmolistas de su zona en los últimos años?
Fundamentalmente, la mecanización de los talleres y la especialización de la mano de obra. Cada vez la exigencia del cliente es mayor en cuanto a la calidad del trabajo.
¿Qué perspectivas de crecimiento tienen para 2017?
Si las cosas no cambian, esperamos un crecimiento importante. Habida cuenta de los años que han pasado de bajas ventas, la situación parece mejorar de manera clara.
¿Cuáles son los tres materiales que más elaboran para encimeras de cocina y a qué piensa que se debe?
Aunque seguimos llamándonos “marmolistas”, la verdad es que, al menos en nuestro caso, es el producto que menos elaboramos. La mayor parte de las ventas se las llevan los cuarzos, los porcelánicos y empieza a notarse una gran mejoría en la venta de granito. Esto se debe a que el material para encimeras de cocina requiere de unas características que estos productos si ofrecen. Cada uno con sus particularidades, claro está. No hay un producto perfecto.
¿Qué tendencias vislumbra en el campo del diseño de encimeras de cocina?
Desde luego, la aparición de nuevos materiales, nuevas técnicas de elaboración y de instalación, están abriendo las posibilidades de uso de nuestros talleres para que los diseñadores nos requieran para proyectos que, en otros tiempos, iban dirigidos a otros sectores. Y no me refiero solo al mundo de la cocina, se amplia muchísimo el abanico de posibilidades para nuestro sector.
¿Las encimeras sin juntas se impondrán en el mercado en los próximos meses?
Las encimeras siempre tendrán uniones. Lo importante es conseguir un grado de “invisibilidad” que ayude a quitar esa sensación, que se tiene en el público, de que solo otro tipo productos pueden parecer que están hechos de una sola pieza. Nuestra empresa ha adquirido la licencia para elaborar este tipo de uniones en la zona centro y tratamos de que cada día se utilice más este sistema. El resultado es espectacular.
¿Prevé una ampliación del mercado y la apertura de nuevas tiendas de cocinas en Madrid?
Desde luego que sí. Lo que no tengo muy claro es qué tipo de tienda será la que más crezca. Hay una aparición importante de estudios muy especializados, pero también grandes marcas que montan gran cantidad de exposiciones con un abanico muy amplio de productos.
¿Qué productos o sistemas ha incorporado a su trabajo recientemente que le han funcionado bien?
Bueno, como he comentado, han aparecido sistemas nuevos que nos han facilitado nuestro trabajo, tanto en taller, como en montaje.
Por nombrar alguno, destacaría Pro-Filo, un perfil de aluminio que, incorporado a las encimeras ingletadas, ayuda a proteger de esos golpes involuntarios que desconchan el canto de la encimera y que son de difícil reparación.
Otra herramienta muy útil es un banco de aluminio para pegar los faldones de las encimeras ingletadas.
Y, por supuesto, los nuevos adhesivos que se han desarrollado específicamente para los nuevos productos que han aparecido.
Otra de las soluciones que están implementando muchos marmolistas es el caucho en las mesas de trabajo. ¿Qué experiencia tiene con este producto?
Con la aparición de los materiales porcelánicos, que son más ligeros, las mesas de corte tradicionales no mantenían las piezas estables al realizar el corte con el disco, moviéndose las piezas pequeñas, con el consiguiente problema en las medidas. Esto se ha solucionado con la utilización del caucho como base de la mesa, al ser un material que consigue que las piezas se quedan como “pegadas” a la mesa de corte y, además, absorbe la vibración generada en el corte, evitando desportillos por la parte inferior del corte. Para mí, ha sido un gran descubrimiento.
La mecanización de todos los procesos de trabajo en las marmolerías está creciendo a un ritmo importante. ¿Cómo lo están viviendo en Molorramo?
Hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Todas las novedades, en cualquier campo, suponen un periodo de adaptación y aprendizaje. En nuestro sector está ocurriendo, desde hace ya algunos años, un cambio radical en las máquinas y útiles que se usan en el taller. Esto nos obliga a estar aprendiendo constantemente. Hemos incorporado máquinas semiautomáticas, pulecantos automáticas, después CNC y, ahora llega el tiempo de waterjet, robots, etc… Es un esfuerzo importante de adaptación, peo también un reto que hace que no sea tan monótono nuestro trabajo.
¿Qué proyectos tienen a medio plazo?
Lo mas importante, a corto y medio plazo, para nosotros es mantener nuestra posición en el mercado, ofreciendo productos, acabados y soluciones que atraigan la atención del mercado hacia nuestra empresa y nos haga ser un referente de calidad y servicio dentro del sector.
