El propietario de la única fábrica de mármol en la provincia oriental de Kunar en Afganistán, afirma que ha perdido una inversión 250.000 dólares después de que el gobierno le negara el contrato de apertura y no es el único caso en el país.
La fábrica comenzó a funcionar hace tres años, pero sus operaciones se detuvieron después de que el gobierno ordenara el cierre.
El dueño de la fábrica, Malak Lotfullah Zaheer, informó de que su fábrica que se estableció hace tres años, cerró justo un mes después de su inauguración tras una importante inversión y la contratación de docenas de trabajadores.
Según el empresario el mármol en Kunar gozaba de buena reputación por sus colores a nivel regional e internacional y considera que el gobierno “debe alentar a la industria en lugar de crear problemas”.
El empresario Amir Muhibullah, cuyo contrato para la extracción de piedra natural, también ha sido retenido, dijo que había completado todos los requisitos legales hace dos años y había comprado maquinaria en Irán y Turquía.
Según el Ministerio de Minas y Petróleo del país en relación a estos contratos la ley de minas habían sido modificada y bajo la nueva ley, todos los contratos son aprobados por la Comisión Nacional de Contrataciones.