Los mármoles travertinos que se utilizarán para la Bienal Internacional de Escultura que se celebra anualmente en El Chaco (Argentina) ya se están instalando. Se trata de 11 rocas de más de mil kilos cada, que serán asignadas a los participantes internacionales.
El evento reunirá a 11 artistas consagrados, representando a distintos países de los cinco continentes, competirán a cielo abierto y en público, realizando una obra original e inédita inspirándose en el “Homo Novus”. La cita será del 16 al 23 de julio en el Museum del Domo del Centenario de la capital chaqueña.
Como experiencia iniciática y de aprendizaje, se realizará el Premio Desafío, un concurso escultórico en el que participan más de cincuenta estudiantes de las escuelas de Bellas Artes de diferentes provincias, entre quienes seguramente anidan los próximos grandes escultores argentinos.
En paralelo a los certámenes de escultura, tendrán lugar otras expresiones del arte contemporáneo, como arte efímero, intervenciones, instalación acuática, obras colectivas con originarios, jornadas de arte lúdico para los niños y el soporte teórico de talleres y conferencias.
La escultora e integrante de la Comisión Directiva de la Fundación Urunday, Mimo Eidman explicó que el travertino “es uno de los materiales más nobles y tradicionales” . La artista señaló que el mármol “requiere un mínimo mantenimiento” y recordó que “las esculturas del concurso internacional van a ir directas a las calles de Resistencia, sus paseos, parques y boulevares”.