Los alumnos-trabajadores de la VII Escuela Taller del Ayuntamiento de Santander han recuperado el mareógrafo de la Península de la Magdalena, realizado en piedra caliza y el más antiguo de los que se conservan en España, que data del año 1847.
Esta actuación de restauración estaba incluida dentro del Plan Director del Palacio de la Magdalena y desarrollada bajo un claro criterio respeto absoluto a la edificación.
La primera actuación consistió en el desbloqueo de la puerta y retirada de toda la basura y restos orgánicos acumulados en su interior.
La puerta y ventana de madera, que no eran las originales, han sido sustituidas debido a su deterioro y dificultad de mantenimiento por una puerta metálica con arco de medio punto, en la se han previsto una perforaciones a modo de respiradero y una ventana metálica de doble hoja, tratándose el metal con productos específicos para el ambiente marino y pintura acabado de forja.
Además, se ha desmantelado el falso techo y los trasdosados de ladrillo y, en el interior, se ha limpiado el suelo original de baldosa hidráulica, cubierto muchos años por tableros, restos orgánicos en estado de putrefacción y por restos de mortero.
Debido al deterioro de la baldosa, se ha sustituido parcialmente por una de similares características, dejando en el centro de la estancia un testigo del original.
Ante la posible condensación y paredes y techo, se ha aplicado una solución consistente en el picado del revoco y un producto impermeabilizante. Además, se ha pintado en blanco, lo que le confiere un aspecto como el original.
El pozo
El exterior del pozo al ser originalmente de caliza con acabado abujardado, pero cubierta de pintura en aerosol y ennegrecida por el ambiente marino, se ha optado por la limpieza de la piedra, procediendo al abujardado de los mampuestos para, posteriormente, ser tratada la piedra con un producto hidrofugante.