Los marmolistas dedicados al arte funerario del municipio de Gorizia en Italia, situados en la frontera con Eslovenia, han bajado de forma considerable el volumen de negocio y han perdido entre un 30 y 40% de trabajadores, según ha constatado, Maurizio Meletti, presidente de la CNA de Gorizia.
Solo unas 10 empresas que se dedican a los trabajos con mármol en la zona, y que son de gestión familiar, han conseguido mantenerse.
El cambio de estilos, modas y formas de hacerse los enterramientos, combinado con la recesión y menor circulación del dinero ha hecho reducir de forma importante el presupuesto dedicado al Día de Todos los Santos.
«El uso cada vez más generalizado de la cremación y de las urnas cinerarias lleva a que en el cementerio, lo que se instale sean lápidas muy pequeñas de bajo costo: 100, 150 0 200 euros. No son rentables, incluso si se tiene en cuenta el personal que empleamos y las distancias involucradas, a veces incluso nos conducen a una pérdida”, Maurizio Meletti.
Competencia
La competencia con Eslovenia es otros de los grandes problemas de los marmolistas de la zona.
Las tasas regulatorias más bajas con las que cuentan en Eslovenia, hacen que no puedan competir con sus precios. Esto, unido a las normas de eliminación de residuos y a las normas burocráticas de los marmolistas italianos”, les hace trabajar en situación de desigualdad.