Más de 80 talleres han echado el cierre temporalmente en Cataluña en los últimos días, un colectivo que en esta comunidad autónoma aglutina a un total de 300, según fuentes consultadas por Focus Piedra. Esta paralización de la actividad se espera que se recupere con el fin del estado de alarma.
La Federación Catalana de la Piedra (PEDRACAT) -que representa los intereses de 72 empresas- ha confirmado que los datos varían día a día. “Muchos talleres nos están comunicando que han dejado de trabajar el viernes y que cerrarán a partir de este lunes 23 de marzo. Creemos que aproximadamente el 40% ha cerrado ya. Prácticamente se han cancelado todos los montajes y las operaciones fuera de taller”, ha informado Carles Moreno, gerente de PEDRACAT.
Las empresas que mantienen aún su actividad con un número muy limitado de empleados están teniendo una gran presión social, especialmente por el miedo al contagio entre trabajadores.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona anunció la suspensión de licencias en aquellas obras que no garantizaran la seguridad contra el contagio del COVID-19 y esto también generará una paralización importante de la actividad.
Un porcentaje notable de marmolistas catalanes está estudiando y preparando la presentación de un ERTE alegando causas de fuerza mayor. “Hay empresas que lo han presentado la semana pasada y estamos esperando la aprobación por parte de la Inspección de Trabajo”.
El impacto económico que tendrá la paralización de la actividad en el sector todavía es difícil de calcular. Carles Moreno afirma que “esperamos poder gestionar esta crisis de la mejor manera posible y minimizando al máximo el impacto económico a las empresas, autónomos y trabajadores del sector”. Algunos marmolistas catalanes han indicado que el mes de marzo se cerrará con un 50% menos de facturación respecto al año pasado.
El volumen de pedidos registrado en los primeros meses del año, que ha quedado pendiente de sacar adelante, invita a pensar que esta sea una crisis en forma de uve. “Esperamos que una vez que se levante el estado de alarma, se pueda volver a la normalidad, se intensifique el consumo y podamos tener un segundo semestre del año con mucho trabajo y positivo para todos”, confía Carles Moreno.
Desde PEDRACAT están informando a los asociados sobre las cuestiones que tienen que ver con la toma de decisiones. “Recomendamos obrar con celeridad, pero sin precipitarse para por un lado minimizar el impacto económico en la medida de lo posible, y por otro, que si se presenta un ERTE se haga con la máxima documentación y posibilidades de ser aceptado por la Inspección de Trabajo”.
Otra de las incertidumbres de los empresarios marmolistas es cómo gestionar los impagos que están generando sus clientes y qué soluciones financieras se van a aplicar al sector, debido a que las actuales líneas ICO de Covid-19 no incluyen la actividad del marmolista como beneficiario.