Los trabajadores de la empresa Rocas Europeas de Construcción S.A. (Recsa) han aceptado una reducción de su salario, así como una reducción de la plantilla con el objetivo de superar el concurso de acreedores en que está inmersa, según indicaron fuentes sindicales.
Recsa lleva desde el pasado mes de septiembre en suspensión pagos con una deuda de 15 millones de euros (antes había estado en preconcurso de acreedores), pero en este momento ha elaborado un plan de viabilidad económica que acompañará a la propuesta de convenio de acreedores y que contempla un ajuste de la parte social. Los trabajadores votaron en asamblea aceptar esas medidas en caso de que la propuesta sea aceptada por una mayoría de los acreedores.
Recsa, cuyo administrador único es Pérez, Torres y Cía (la mayor consignataria de Marín) tiene más de veinte años de experiencia en el sector del granito y cuenta con sedes en el Polígono de As Gándaras de Porriño, Brasil y Miami (Estados Unidos). La plantilla formada por 51 personas, ha estado inmersa en varios expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales por la bajada de la actividad a consecuencia de la crisis que sufre el sector de la construcción, lo que ha llevado también a la empresa a solicitar el concurso de acreedores.
El plan de viabilidad diseñado por la granitera para superar esta situación y que fue presentado al administrador concursal prevé rebajar plantilla y salarios, ajustes que los trabajadores están dispuestos a asumir si con eso se garantiza la viabilidad de la compañía y el mayor número posible de empleos.
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