Stolanic instaló el pasado mes de junio su tercera Cut & Jet de Prussiani. Anteriormente contaban con dos modelos exactamente iguales. “Para nosotros es la mejor máquina que hay actualmente en el mercado para la elaboración de encimeras de porcelánico”, asegura Julio Cortina, encargado del taller de Stolanic.
Stolanic es una empresa especializada en la fabricación e instalación de encimeras de cocina de porcelánico con sede en Náquera, Valencia. En referencia a su Cut & Jet de Prussiani destacan la combinación de los dos tipos de corte (disco y chorro de agua), que utilizan principalmente para elaborar encimeras de cocina.
“La instalación de la máquina es bastante rápida. En una semana desde que vino el técnico de Italia quedó operativa. Como ya disponemos de dos iguales, el aprendizaje de nuestro operario se hace previamente con alguna de las que ya tenemos. Está listo para cortar en unos 15 días”, explica Cortina.
La relación que mantienen con Prussiani se ha prolongado durante dos décadas, lo que facilita la interacción con el fabricante y el distribuidor en la gestión y postventa de la máquina. “Tenemos una muy buena relación desde hace casi 20 años. La primera máquina de control numérico que compramos fue una Rabbit de Prussiani en 2003. Respecto al servicio postventa se realiza mediante una aplicación, así que es bastante ágil. Muchas veces no es necesario ni siquiera que se desplace un técnico, ya las que máquinas están conectadas a internet. Algunos problemas pequeños se resuelven por teleasistencia. Son máquinas muy fiables que con un adecuado mantenimiento no suelen tener ninguna avería”, especifica el encargado del taller de Stolanic.
Para esta empresa una de las ventajas de esta máquina de Prussiani es su facilidad de manejo. “Para los talleres que trabajen mucho el porcelánico es una buena opción, ya que combina dos máquinas en una. Una de corte de 5 ejes con disco y una waterjet, con lo que las encimeras salen de la mesa de corte casi terminadas y con los encastres hechos, que es lo más difícil de estos materiales”, detalla Cortina.
El material que trabajan también pesa a la hora de decidir qué maquinaria adquieren. “En nuestro taller no trabajamos el cuarzo debido a todos los problemas de salud que ha generado durante muchos años en su manipulación. Así que no tiene sentido tener máquinas CNC tradicionales con corte o vaciado por fresolín. Para el porcelánico no resultan fiables ya que pueden producir roturas del material en su elaboración al someterlo a mucha tensión y no tener una buena superficie de apoyo”, concluye Cortina.