Transforstone, Calizas Alba S.L. y el Centro Tecnológico del Mármol, Piedra y Materiales (CTM) han trabajado conjuntamente en el suministro del blindaje exterior del nuevo Dump TIDVG#5 del complejo acelerador de partículas SPS construido por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) dentro del proyecto SPS Beam Internal Dump.
Por parte de Transforstone, este proyecto comenzó en noviembre de 2018 y finalizó en abril de 2019, con unos plazos de tiempo muy exigentes.
El suministro supuso 8 placas de Caliza Alba, distintas entre sí y de grandes dimensiones (hasta 4000x2000x400mm) y 8 cilindros de 160x500mm.
En la Figura 1 se muestra la última etapa del trabajo, el ensamblaje final de las placas de Caliza Alba, y en la Figura 2 se observan las etapas del trabajo realizado.
El nuevo Dump TIDVG#5 del complejo acelerador SPS construido por la Organización Europea para la Investigación Nuclear está diseñado para absorber y detener los haces de partículas que circulan en su interior. Este dispositivo está rodeado por ocho placas de piedra caliza del Mioceno inferior, comercializada con el nombre de Caliza Alba.
Uno de los factores determinantes para que los desarrolladores de este proyecto se decantaran por la Caliza Alba, fue su gran porcentaje en carbonato cálcico (98.5% CaCO3) el cual era necesario por sus características como aislante de radiación y su resistencia a cambios de temperatura muy bruscos.
Para seleccionar el material con la calidad requerida por el CERN, el Centro Tecnológico del Mármol, Piedra y Materiales tuvo que llevar a cabo varias pruebas técnicas y ensayos para cumplir con las especificaciones químicas necesarias, la máxima homogeneidad posible y la ausencia de fisuras internas. La principal técnica aplicada ha sido el georadar, una técnica electromagnética no destructiva que proporciona un alto grado de resolución basado en la utilización de varias antenas con distinta frecuencia.
En la explotación se seleccionó la zona más adecuada para la extracción de material a escala de banco en base a los resultados del georadar, seguidamente con esta misma técnica se analizaron los distintos bloques resultantes (Figura 3). Una vez terminada la elaboración de las piezas con el brazo robótico, se procedió al control dimensional y de calidad de estas, realizando perfiles de georadar con la antena más precisa de 2.3 GHz que permitía un espaciado entre trazas inferior a 2 mm para la identificación de huecos y pequeñas irregularidades. Como complemento, se utilizó la tomografía electromagnética que permitía evaluar la calidad de la Caliza Alba presente en las placas (Figura 4).
Finalmente, y debido a la alta precisión requerida en el posterior encaje de las piezas entre sí, se realizó el control dimensional mediante la utilización de un escáner láser 3D. Con este escáner, modelo RTC360 de alta velocidad con sistema integrado de imágenes esféricas HDR y sistema inercial visual (VIS) (Figura 5), se obtuvo una nube de puntos de alta precisión para crear los modelos tridimensionales de cada pieza, que posteriormente servirían para comprobar el cumplimiento de las especificaciones del CERN.