El Pasaje de Lodares, una icónica galería comercial y residencial situada en el corazón del centro histórico de la ciudad de Albacete, ha sido objeto de una transformación impresionante gracias a una inversión de 370.000 euros por parte de la Junta de Castilla-La Mancha. Durante un período de seis meses, este proyecto de remodelación se ha centrado en la renovación del pavimento, que ha dado nueva vida a esta joya arquitectónica.
Una de las transformaciones más destacadas ha sido la sustitución de una parte del pavimento de hormigón por piedra natural, lo que ha revitalizado el espacio y respetado su estilismo original de posmodernismo historicista. Este enfoque meticuloso en la estética original ha sido elogiado por los residentes y visitantes de la zona.
La renovación del Pasaje de Lodares también ha priorizado la accesibilidad, con la eliminación de elementos que podrían representar riesgos de tropiezos. Además, se ha llevado a cabo una limpieza integral de las fachadas, restaurando su esplendor histórico. Se ha prestado especial atención a las columnas del primer piso y se ha realizado una intervención en el enrejado, realzando aún más la belleza de este lugar histórico.
José Manuel Vázquez, presidente de la comunidad de vecinos, expresó su satisfacción con el resultado de los trabajos y destacó la colaboración estrecha entre la comunidad y las autoridades. Vázquez afirmó: «En general, la comunidad ha quedado muy satisfecha. Desde el primer momento, han tenido en cuenta nuestra opinión en todo. Hemos estado siguiendo paso a paso la evolución de las obras y nos han mantenido informados. Todo ha salido según lo previsto». Además, señaló que las obras no han supuesto una molestia para los vecinos, ya que «están acostumbrados al paso y el trasiego diario de gente», añadiendo con humor: «Ha sido casi más un inconveniente para los usuarios y los locales».
La renovación del Pasaje de Lodares no solo ha preservado su rica historia, sino que también ha mejorado significativamente su atractivo y funcionalidad para la comunidad local y los visitantes. El Pasaje de Lodares se erige como un testimonio vivo de la historia de Albacete y ahora brilla con una nueva vitalidad gracias a esta inversión en su restauración.