La fachada ventilada de cuarcita de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela sufre riesgo de desprendimiento por lo que el edificio está siendo supervisado.
Los gestores de la Ciudad de la Cultura atribuyen la patología a defectos de ejecución del proyecto y no a fallos en el proyecto del arquitecto estadounidense Peter Eisenman, quien cobró 9.672.066 euros.
A mediados del verano pasado, la Xunta comunicó que se disponía a iniciar en el recinto obras «para mejorar la sujección de la cuarcita que reviste la envolvente exterior del inmueble. No obstante, lo que en principio iba a reducirse a la sustitución de 62 losas ha terminado convirtiéndose en la comprobación individualizada de unas 70.000 de las 85.000 piezas que componen las fachadas del Gaiás. Miles de ellas están siendo desmontadas y vueltas a colocar en mejores condiciones que las de inicio.
Estos trabajos han ocasionado que tres de los cuatro bloques del complejo acumulen ya siete meses cubiertos parcialmente por el andamiaje. Los edificios afectados son la Biblioteca e Arquivo de Galicia, el Centro de Innovación Cultural y el Museo Centro Gaiás. Los trabajos en los dos primeros concluirán en julio o agosto, mientras que en el tercero se prolongarán hasta septiembre en su cara principal y hasta finales del 2016 o principios del 2017 en la trasera, de acuerdo con el cronograma de actuaciones que maneja la Administración gallega.
Estas labores no tienen ningún coste extra para el erario público porque están en garantía y son asumidas por las empresas constructoras que ejecutaron la obra, según han afirmado desde la Xunta.
La fundación que dirige la Ciudad de la Cultura, elude profundizar en la explicación de ese error de ejecución material. «Es un diagnóstico por descarte, tras probar todo lo demás. Participando tanta gente y tantas subcontratas, es estadísticamente bastante posible que en 85.000 losetas, que además van colocadas de una manera compleja, se produzca algún fallo humano», aclaran fuentes no oficiales.